En este espacio en el que participaron expertas en el tema, hablaron sobre el rostro femenino en la Iglesia.
El pasado 8 de marzo, se llevó a cabo el conversatorio del grupo Querida Amazonia en conmemoración del Día Internacional de la Mujer titulado: "El rostro femenino en la iglesia: construyendo esperanza en las fronteras", espacio en el que se contó con la participación de la doctora Emilce Cuda, secretaria de la Comisión Pontificia para América Latina; la hermana Conny Mateos RSCJ, religiosa del Sagrado Corazón en México; la maestra María Eugenia Cárdenas Cisneros, directora del Centro Anáhuac de Liderazgo y Formación Integral de Posgrado (CALFIP) y del Instituto de la mujer Anáhuac México; así como con la hermana Dolores Palencia, integrante de la Congregación de las Hermanas de San José de Lyon
La doctora Emilce Cuda inició el conversatorio explicando que la relevancia y esfuerzo de lo logrado por cada mujer es resultado de un trabajo colaborativo en el que en más de 150 años de lucha de mujeres en todo el mundo permitió llegar hasta los avances actuales en los derechos humanos para la mujer. También destacó el trabajo de la Iglesia como el pueblo de Dios que transita y hace la historia.
Asimismo, habló de la labor de las mujeres trabajadoras y su función en la Iglesia como personas entregadas al bien, ya sea por su labor académica en universidades, hospitales, política o arte, pues sigue siendo parte de la misión de la Iglesia la labor de entrega al bien mediante la sinodalidad al llevar la palabra viva a sus centros de estudios o laborales.
Por otra parte, destacó a la mujer católica como parte de la creación, siendo una parte constitutiva de la misma y detalló que la mujer es una colaboradora de la creación en la que se ve reflejada la voluntad de Dios, ya que está hecha a imagen de Él. “Esta labor de colaboradora permite la dignificación de la mujer mediante el trabajo que esta realiza, además representa una garantía social para cualquier persona para poderse realizar y desplegar su creatividad y colaboración como cocreadores”, finalizó.
Por su parte, la hermana Conny Mateos RSCJ compartió su experiencia entendiendo el rol de la mujer en Uganda. Relató que ahí existe un rol social muy marcado entre los hombres y mujeres, pues mientras que el hombre se limita meramente a vigilar el ganado, las mujeres son “dueñas de la tierra”, siendo las que construyen casas, trabajan la tierra y llevan el sustento, reflejando con ello lo que representa la mujer en el sentido de comunidad dentro de la sociedad.
Explicó también la aportación de las mujeres de la comunidad de Uganda para la paz en contra de la violencia armada con diversas acciones, como la negación explícita de no bendecir las armas que pretenden robar o matar, resaltando su papel como artesanas de paz en la región.
La maestra Maru Cárdenas reparó en la labor de la mujer católica en su búsqueda de la vocación y la necesidad de entregarse a la misión, entendiendo el rol que tiene cada una y los valores que transmiten al resto de individuos. Asimismo, recordó que en la actualidad la educación es equivocada, pues se les enseña a centrarse en la individualidad perdiendo así muchos principios del evangelio que invitan a la caridad y a la solidaridad.
Para cerrar el conversatorio, la hermana Dolores Palencia compartió su experiencia en su labor en el albergue de migrantes en Tierra Blanca, Veracruz, donde resaltó que cualidades como la empatía y acciones constantes como la oración y el encuentro con Cristo resucitado, son herramientas para afrontar las dificultades y los miedos de su labor a veces riesgosa, y concluyó que las mujeres estamos llamadas a ser generadoras de vida apoyando la libertad del ser humano.
Puedes ver el conversatorio completo en: https://fb.watch/bGgCuxsJlW/
Más información:
MPSS Jhosue Hernández
Facultad de Bioética
bioética@anahuac.mx