La directora de nuestra Facultad de Psicología habló de las consecuencias de la pandemia, la cual aumentó los índices de depresión, ansiedad y abuso de sustancias nocivas.
La Dra. Erika Benítez Camacho, directora de la Facultad de Psicología y consejera del Centro Anáhuac de Desarrollo Estratégico en Bioética (CADEBI), participó en la sesión mensual de enero de la Academia Nacional Mexicana de Bioética (ANMB) con el tema “Los retos de la salud mental en la postpandemia”.
Durante dicho encuentro, destacó que en la actualidad aproximadamente 322 millones de personas sufren algún tipo de trastorno de salud mental y que, con la pandemia, la prevalencia de la depresión, la ansiedad y el abuso de sustancias nocivas como el alcohol ha aumentado significativamente.
También recordó que la depresión se posiciona como una de las principales causas de discapacidad a nivel mundial, contribuyendo así a la carga global de enfermedad. En el contexto específico de México, se señaló que el 25 % de la población ha experimentado síntomas relacionados con este trastorno. Además, destacó que las mujeres suelen enfrentar una mayor incidencia de trastornos depresivos en comparación con los hombres, lo que puede atribuirse a factores culturales, aunque precisó que hay una amplia posibilidad de que los hombres padezcan de la misma forma que el género femenino y su forma de expresarlo es volviéndose más agresivos.
En cuanto a la ansiedad, los ataques también son más comunes y diagnosticados en mujeres. Benítez recalcó que, en el último año en la Ciudad de México, 44 % de las personas fueron diagnosticadas con ansiedad y 14.3 % de la población total ha recibido un diagnóstico sobre esta, y en los niños también empieza a ser más común.
Además, las adicciones a videojuegos y el uso excesivo de aparatos electrónicos incrementaron en la pandemia. A partir de esta se ha observado un incremento en trastornos de estrés agudo, trastornos de estrés postraumático y duelos complejos; el número de suicidios también ha presentado aumento. Tan solo en el año 2022, en México registraron cerca de 8,237 casos.
“Con la llegada del COVID-19 hubo alteraciones en rutinas y hábitos, duelos complejos, soledad, crisis económica, trastornos de sueño y alteraciones en la alimentación, factores que incrementaron los síntomas de depresión y ansiedad en la población en general, desde niños, jóvenes y adultos, aunque esto también se deriva de problemas en el exterior, como la economía y la crisis en sí que se vivió”, añadió.
Finalmente, se habló de la importancia de acudir con especialistas de la salud mental para tratar los síntomas y estragos de la pandemia, los cuales derivan en problemas que repercuten en la salud física.
Más información:
Centro Anáhuac de Desarrollo Estratégico en Bioética (CADEBI)
Dr. David Cerdio Domínguez
david.cerdio@anahuac.mx