9 de noviembre de 2023
Introducción
El uso de eufemismos en bioética puede influir en la percepción pública alterando y dificultando la toma de decisiones éticas informadas. Es importante la honestidad y la comunicación precisa para contrarrestar esta influencia y promover un debate ético transparente.
Autor: Juan Manuel Palomares Cantero
Texto
El título es poco común, ¿verdad? La palabra "eufemística" puede parecer inusual, y con razón, ya que no se encuentra en los diccionarios convencionales. Sin embargo, este título se elige deliberadamente para abordar una preocupación crítica en el campo de la bioética. La bioética, una disciplina que surge en respuesta a los avances científicos y tecnológicos en el campo de la medicina y la biotecnología en el siglo XX, desempeña un papel fundamental en la toma de decisiones éticas relacionadas con la salud y la investigación biomédica. En su núcleo, la bioética se preocupa por la dignidad humana, el bien común, la autonomía, la justicia y los derechos individuales y colectivos.
Sin embargo, en este campo, se plantea una preocupación crítica: la manipulación del lenguaje mediante el uso de eufemismos. Los eufemismos son términos suavizados que se utilizan para tratar de hacer que conceptos éticamente controvertidos parezcan más aceptables. Esto puede alterar la percepción pública y la toma de decisiones en cuestiones bioéticas.
Por ejemplo, términos como "interrupción voluntaria del embarazo" en lugar de "aborto" ilustran cómo los eufemismos pueden influir en la percepción de las personas. Esta manipulación del lenguaje no es exclusiva de la bioética, pero su uso aquí es especialmente delicado debido a las profundas implicaciones éticas de las decisiones que involucra.
En este contexto, es crucial considerar la "Ventana de Overton", un concepto que analiza qué ideas y políticas son socialmente aceptables en un momento dado. La relación entre eufemismos y la Ventana de Overton es fundamental para entender cómo el lenguaje puede moldear la percepción pública de cuestiones éticas.
La bioética es una disciplina que aborda cuestiones éticas relacionadas con la salud, la medicina, la investigación biomédica y la biotecnología. Su misión central es proporcionar un marco ético para la toma de decisiones en estos campos, considerando principios fundamentales como la dignidad humana, la autonomía, la justicia y el respeto a los derechos individuales y colectivos. En otras palabras, la bioética se convierte en una brújula moral que guía el desarrollo y la aplicación de avances científicos y tecnológicos en beneficio de la humanidad.
El eufemismo.
Los eufemismos se han infiltrado en el lenguaje de la bioética de manera notable, y a menudo se utilizan para suavizar términos o conceptos éticamente delicados. Un ejemplo paradigmático es el uso del término "interrupción voluntaria del embarazo" en lugar de "aborto". Este cambio en la terminología busca reducir la carga emocional y ética que a menudo se asocia con la discusión del aborto.
Otros ejemplos incluyen el empleo de "muerte digna" en lugar de "eutanasia" y "selección embrionaria" en lugar de "selección genética de embriones". Estos eufemismos pueden parecer neutros o incluso positivos, pero pueden enmascarar la complejidad ética de los problemas subyacentes y, en última instancia, influir en la percepción pública y la toma de decisiones.
Los eufemismos, al suavizar términos y conceptos éticamente controversiales, pueden influir de manera significativa en la percepción pública de cuestiones bioéticas. Al presentar estos temas con un lenguaje más suavizado, se puede alterar la percepción general de la seriedad de los dilemas éticos involucrados.
Por ejemplo, al utilizar "interrupción voluntaria del embarazo" en lugar de "aborto", se puede hacer que la discusión parezca menos compleja y más aceptable para ciertos sectores de la sociedad. Esto puede tener un impacto en la forma en que se abordan las políticas públicas y en cómo se toman decisiones en relación con el aborto.
En el ámbito de la bioética, uno de los desafíos más destacados se relaciona con el cambio demográfico que está teniendo lugar en la sociedad contemporánea. La tradicional pirámide poblacional, que solía caracterizarse por una base amplia de población joven y una cima estrecha de personas mayores, está experimentando una inversión significativa. Cada vez hay más adultos mayores en comparación con la población infantil, y esto es en gran parte el resultado de políticas exitosas de control de natalidad.
Esta inversión en la pirámide poblacional plantea desafíos económicos y sociales importantes. A medida que la población envejece, la demanda de atención médica y recursos económicos tiende a aumentar, al mismo tiempo que la fuerza laboral disminuye. Esta tendencia puede generar tensiones en los sistemas de seguridad social y en la economía en general, ya que se requiere un mayor apoyo y atención para una población en envejecimiento.
En este contexto, la política pública se enfrenta a la necesidad de considerar medidas que favorezcan la disminución de la población adulta. Sin embargo, esta tarea es altamente sensible y éticamente compleja. Una de las medidas que se ha discutido es la "muerte digna" en lugar de la "eutanasia". Este cambio en la terminología busca suavizar la percepción pública de prácticas relacionadas con el final de la vida, haciéndolas parecer más humanitarias y aceptables.
La elección de usar el término "muerte digna" en lugar de "eutanasia" plantea cuestiones éticas fundamentales. ¿Hasta qué punto es aceptable utilizar un lenguaje suavizado para influir en la percepción pública sobre cuestiones tan delicadas como la toma de decisiones en el final de la vida? ¿Cómo afecta esto a la capacidad de la sociedad para mantener un debate abierto y transparente sobre estas cuestiones éticas complejas?
En última instancia, es esencial reconocer que la elección de palabras y el uso de eufemismos pueden tener un impacto significativo en cómo se perciben las prácticas de final de la vida y otras cuestiones en la bioética. A medida que la sociedad enfrenta los desafíos del cambio demográfico y la toma de decisiones en el campo de la salud y la biotecnología, es importante considerar cuidadosamente cómo abordar estas cuestiones de manera transparente, garantizando al mismo tiempo que las decisiones se tomen de manera informada y ética.
La Ventana de Overton en bioética.
La Ventana de Overton, desarrollada por Joseph P. Overton en la década de 1990, es un concepto político y social que describe un rango de ideas, opiniones y políticas que son consideradas socialmente aceptables en una sociedad en un momento dado. Lo que hace única a esta metodología es que puede transformar una idea inicialmente inaceptable en algo que es políticamente correcto y ampliamente respaldado por la sociedad. Este rango de aceptación evoluciona con el tiempo y se ve influenciado por factores como la cultura, la educación y las tendencias políticas. Aquellas ideas y políticas que caen fuera de esta ventana se perciben como extremas o inaceptables en ese momento.
Relación entre eufemismo y la manipulación.
La relación entre el uso de eufemismos en bioética y la manipulación expresada en la Ventana de Overton destaca cómo el lenguaje puede influir en la percepción pública y, en última instancia, en las políticas de bioética. Los eufemismos suavizan términos éticamente delicados, haciendo que prácticas previamente inaceptables parezcan menos extremas y facilitando su aceptación pública y política. Esto amplía el rango de políticas socialmente aceptables y moldea la opinión pública hacia ciertas cuestiones bioéticas. Sin embargo, esta influencia del lenguaje puede dificultar un debate abierto y completo sobre estas cuestiones, ocultando su complejidad ética y limitando la capacidad de tomar decisiones informadas. Además, los líderes políticos pueden verse influenciados por esta percepción pública, lo que puede tener un impacto significativo en la legislación y regulación en el campo de la bioética.
Las implicaciones bioéticas.
La manipulación del lenguaje en bioética plantea cuestiones éticas significativas que merecen una atención cuidadosa.
El uso de eufemismos puede socavar la honestidad y la transparencia en la discusión bioética. La ética exige que se presente la verdad de manera clara y sin ocultamientos. La manipulación del lenguaje a través de eufemismos puede distorsionar la realidad y llevar a una representación inexacta de los dilemas éticos subyacentes.
La autonomía es un principio fundamental en la ética y la bioética. Cuando se utilizan eufemismos para suavizar términos éticamente delicados, se corre el riesgo de comprometer la autonomía de las personas al influir en su percepción de las opciones disponibles. Esto va en contra del respeto a la autonomía, ya que las personas no pueden tomar decisiones informadas si no tienen una comprensión precisa de los problemas éticos en juego.
La distorsión del lenguaje mediante eufemismos puede dificultar que las personas tomen decisiones éticas informadas. Si no comprenden completamente las implicaciones éticas de una decisión, es más probable que tomen decisiones basadas en información sesgada o incompleta, lo que va en contra del principio ético de la toma de decisiones informadas.
La participación pública en debates bioéticos es esencial para garantizar que las políticas reflejen los valores y preocupaciones de la sociedad. Sin embargo, cuando se utiliza el lenguaje para suavizar conceptos éticamente controversiales, la participación pública puede verse obstaculizada. Las personas pueden no estar completamente conscientes de la gravedad de un problema ético y, por lo tanto, pueden no participar de manera significativa en el debate.
Para contrarrestar la influencia de los eufemismos en la bioética y abordar las implicaciones éticas, es esencial promover la transparencia y la comunicación precisa.
La comunicación en bioética debe ser clara y precisa, utilizando términos que reflejen con precisión la naturaleza de los dilemas éticos en juego. Esto permite que las personas comprendan plenamente los problemas y tomen decisiones informadas.
La educación pública sobre bioética desempeña un papel importante en la promoción de la comprensión y la participación informada. La sociedad debe estar bien informada sobre cuestiones éticas y cómo el lenguaje puede influir en la percepción pública.
Es importante fomentar un debate ético abierto y transparente en la sociedad. Esto implica permitir que se discutan todos los aspectos de un problema ético y garantizar que se escuchen todas las voces, sin importar cuán delicado sea el tema.
Abordar las implicaciones éticas de la manipulación del lenguaje en bioética implica promover la honestidad, la transparencia y la toma de decisiones informadas. La sociedad debe estar equipada con información precisa y comprensible para participar en debates bioéticos significativos y tomar decisiones éticas informadas.
Conclusiones
Es menester destacar la importancia de la manipulación del lenguaje mediante el uso de eufemismos en el campo de la bioética y cómo esta práctica puede tener profundas implicaciones éticas y sociales.
Los eufemismos se han convertido en una herramienta poderosa para suavizar términos éticamente delicados en la bioética. Ejemplos como "interrupción voluntaria del embarazo" en lugar de "aborto" ilustran cómo el lenguaje puede influir en la percepción pública de cuestiones éticas.
La relación entre eufemismos y la Ventana de Overton es esencial para comprender cómo el lenguaje puede desplazar los límites de lo que se considera socialmente aceptable en un momento dado. Los eufemismos pueden ampliar la gama de políticas consideradas aceptables y, en última instancia, influir en la formulación de políticas públicas en bioética.
La manipulación del lenguaje plantea cuestiones éticas fundamentales, como la honestidad, la transparencia y el respeto a la autonomía. El uso de eufemismos puede dificultar la toma de decisiones éticas informadas y obstaculizar la participación pública en debates bioéticos significativos.
Para contrarrestar la influencia de los eufemismos en la bioética, es esencial promover una comunicación precisa y transparente. El uso de un lenguaje claro y la educación pública son herramientas clave para asegurar que las decisiones éticas se tomen de manera informada.
Es urgente una mayor conciencia sobre el uso de eufemismos en la bioética, es importante mantener un lenguaje claro y ético en las discusiones bioéticas.
La bioética desempeña un papel crucial en la toma de decisiones éticas en el campo de la salud y la biotecnología. Sin embargo, la manipulación del lenguaje a través de eufemismos plantea desafíos éticos significativos al influir en la percepción pública y la toma de decisiones. La transparencia y la comunicación precisa son fundamentales para abordar estas preocupaciones y garantizar que las decisiones bioéticas se tomen de manera ética e informada.
Juan Manuel Palomares Cantero es abogado, maestro y doctor en Bioética por la Universidad Anáhuac, México. Fue director de Capital Humano, director y coordinador general en la Facultad de Bioética. Actualmente se desempeña como investigador en la Dirección Académica de Formación Integral de la misma Universidad. Es miembro de la Academia Nacional Mexicana de Bioética y de la Federación Latinoamericana y del Caribe de Instituciones de Bioética.
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Más información:
Centro Anáhuac de Desarrollo Estratégico en Bioética (CADEBI)
Dr. David Cerdio Domínguez
david.cerdio@anahuac.mx