Hablar de Pueblo Serena es hablar de algo que implica mucho más que hablar de un centro comercial, es un concepto urbanístico concebido por el empresario Artemio Garza, quien no solo lo consideró como una inversión, sino como un compromiso de aportar algo importante a la comunidad de Monterrey. Tan importante como para que aquellos que visitaran este espectacular espacio lo pudieran considerar, después de su casa y su lugar de trabajo o estudio, el siguiente destino en la jerarquía de sus vidas. Este pensamiento lo llevó a plantear y desarrollar tan cuidadosamente este proyecto que hoy, cuando apenas lleva unos meses funcionando, ya es un éxito rotundo.
Los arquitectos Gerardo Ruiz Díaz y Alex Carranza Valles, ambos egresados de Arquitectura Gen ’85 de nuestra Universidad, jugaron un papel primordial siendo los artífices del impresionante diseño de Pueblo Serena y junto con su equipo supervisaron cada detalle de la obra para que su diseño se convirtiera en una realidad palpable.
Alex y Gerardo nunca se habían enfrentado a un reto como el que representó el proyecto de Pueblo Serena, en el que su visión y sensibilidad fueron fundamentales para lograr imprimir el sello único que distingue a este singular desarrollo. “Hemos hecho más de 450 obras juntos. Nos encanta proyectar y somos al mismo tiempo diseñadores y constructores. Nunca nos habíamos encontrado ante un desafío tan grande y tan apasionante como Pueblo Serena y, sin embargo, es un caso atípico, porque, aunque supervisamos y coordinamos toda la obra, no la construimos nosotros. Artemio estableció su propia constructora porque para emprender un proyecto de esta magnitud fue necesario contar con un gran número de especialistas y la intervención de más de 350 empresas”.
Nunca nos habíamos encontrado ante un desafío tan grande y tan apasionante como Pueblo Serena
“Para nuestro despacho fue un privilegio llevar a cabo el proyecto arquitectónico de este singular espacio comercial bautizado atinadamente como Pueblo Serena. Es, en efecto, un proyecto que se sale de los parámetros convencionales en lo que a espacios comerciales se refiere, pues al tener como centro una iglesia, provocó que el trazo se pudiera comparar con el de un pueblo”.
“Creemos que el concepto de crear edificios independientes con una gran fuerza expresiva le da un carácter único, la mezcla y la composición de sus materiales y la generosidad de espacios abiertos que generan jardines, plazas, calles y fuentes, logran crear una atmósfera de serenidad. Hemos disfrutado de principio a fin el desarrollo del proyecto que siempre tuvo como directriz lograr espacios que la comunidad pudiera gozar y a su vez recorrer descubriendo cómo en un pueblo los diferentes establecimientos que se le presentan a la vuelta de la esquina”.
“Ya en funcionamiento y viendo el impacto favorable que está generando en esa comunidad, no tenemos duda de que el Pueblo Serena será un desarrollo que dará oportunidad a pensar qué modelos distintos y originales pueden albergar los comercios y servicios para generar lugares de esparcimiento que nuestra sociedad pueda recibir con agrado”.
Gerardo Ruiz Díaz y Alex Carranza Valles, los arquitectos detrás del concepto.