RODRIGO AGUILAR COUTTOLENC
Gerente de operaciones en IASA México.
Ingeniería Industrial, 2014 Universidad Anáhuac México
“No tengan miedo de enfrentar los desafíos y cambios en la vida. El éxito y el fracaso son parte del camino, pero lo importante es mantener una actitud positiva, aprender de las experiencias y siempre esforzarse por alcanzar sus metas.”
¿Podrías hablarnos un poco más sobre tu trayectoria profesional y tu rol actual en Grupo Carso?
Soy egresado de ingeniería industrial de la generación 2014 de la Universidad Anáhuac. Desde hace 10 años, trabajo en Grupo Carso y actualmente estoy a cargo de las operaciones de IASA, una planta metal mecánica. En IASA nos dedicamos a la fabricación de fachadas, gabinetes para telecomunicaciones o almacenamiento de energía y mobiliario urbano, como paraderos de camión y puestos de revistas. Nuestra compañía está muy vinculada con CICSA, la constructora, y también trabajamos estrechamente con América Móvil en proyectos de telecomunicaciones, así como con otras empresas del sector de la construcción y el mobiliario urbano.
¿Cómo recuerdas tu paso por la universidad y qué te motivó a estudiar ingeniería industrial?
Mi experiencia en la universidad fue muy gratificante. Tomar la decisión de estudiar ingeniería industrial ha sido la mejor que he tomado. Tuve excelentes maestros y la oportunidad de conocer a personas que me ayudaron mucho en mi crecimiento profesional. La carrera de ingeniería industrial abre el panorama para resolver distintos tipos de problemas, desde aspectos financieros hasta temas de diseño, fabricación y mejora de la productividad. Creo que estudiar en una buena universidad como la Anáhuac fue fundamental para mi desarrollo.
¿Cómo fue tu entrada a trabajar en Grupo Carso?
Mi ingreso a Grupo Carso fue gracias a mi posición como presidente de la sociedad de alumnos de Ingeniería. Organizamos eventos como la Semana de Ingeniería y la entrega de la medalla Anáhuac de Ingeniería, en la que se premió a Alfonso Salem, director de la inmobiliaria y concesiones de Carso. Durante esos eventos, algunos familiares y personas del grupo asistieron para ver cómo recibía mi medalla. Fue entonces cuando un señor, Guillermo Simón, director de la constructora, se acercó a preguntarme a qué me dedicaba. Le di mi tarjeta y me invitó a su oficina, donde me ofreció trabajar con él. Comencé en Carso hace 10 años, inicialmente como becario y, a partir de ahí, fui creciendo.
¿Tienes algún consejo para los futuros egresados universitarios?
Claro, mi consejo sería que encuentren un balance entre la universidad y su vida social. Es esencial dedicar esfuerzo a los estudios, obtener buenas calificaciones y aprovechar las clases, incluso las que no te gusten, ya que pueden ser útiles en la vida profesional. Sin embargo, también es valioso participar en actividades extracurriculares, como la sociedad de alumnos, ya que te ayuda a conocer a mucha gente y abre oportunidades profesionales.
Mencionas la importancia de la innovación y la flexibilidad de pensamiento, especialmente en los jóvenes. ¿Podrías explicarnos más al respecto?
Claro, vivimos en una época de muchas transiciones. La tecnología cambia rápidamente y las empresas deben adaptarse a las necesidades cambiantes de los clientes. Los jóvenes tienen una flexibilidad de pensamiento que les permite aportar ideas nuevas e innovadoras. A veces, las empresas con directores más veteranos pueden ser más rígidas en sus políticas y procedimientos. Los jóvenes, con su mentalidad abierta, pueden acelerar la transición hacia la innovación y la adopción de nuevas tecnologías, lo que es crucial para mantener la competitividad en el mercado actual.
¿Qué opinas sobre el liderazgo positivo y su papel en las empresas?
Creo que el liderazgo positivo es fundamental para guiar a un grupo de personas o a toda una empresa hacia la toma de decisiones acertadas. El personal es lo más importante en una empresa, pero también es lo más difícil de manejar. Un líder positivo motiva a los empleados para que den lo mejor de sí, promueve una comunicación efectiva y alinea los valores y objetivos en una misma visión. Un buen liderazgo marca la diferencia y permite avanzar y obtener mejores resultados en una empresa.
Hablas sobre el éxito y el fracaso como caminos que forman parte de la vida. ¿Podrías ampliar esta idea?
Así es, para mí, el éxito es un camino en el cual uno se siente bien consigo mismo. Implica alcanzar objetivos profesionales y personales, cuidar de la familia, mantener relaciones sólidas con amigos, y también preocuparse por el bienestar físico y mental. El éxito se proyecta hacia los demás y afecta las relaciones con las personas que nos rodean.
¿Qué consideras que es importante entender sobre el fracaso?
El fracaso también es parte de la vida, y es normal tener momentos buenos y malos. Es cuando no se logra un objetivo o no se cumple en el tiempo previsto. Lo importante es no quedarse atascado en el fracaso, sino aprender de él, superarlo y replantear objetivos para seguir adelante. Es crucial entender que todos experimentamos éxitos y fracasos en
diversos ámbitos de nuestra vida. Cómo manejemos esos momentos dependerá de nosotros y de nuestra actitud.