En el pasado, emprender solo se trataba de establecer una idea de negocio sostenible con el fin de generar ingresos. Hoy en día, esto no es suficiente si buscas ofrecer un concepto o servicio innovador, que además destaque positivamente por contribuir al medio ambiente. Esto no quiere decir que tu producto o servicio necesariamente debe estar dirigido a solucionar el problema de la contaminación o el reciclaje. De hecho, lo puedes lograr añadiendo a tus procesos diarios algunas acciones sustentables.
Recuerda que, para ayudar al medio ambiente, es mejor la constancia a largo plazo que las grandes contribuciones aisladas. Por ello, hoy te presentamos algunas acciones sustentables que puedes implementar desde hoy mismo en tu propia compañía para así generar un impacto positivo (y continuo) en nuestro medio ambiente.
1. Limitar las compras de no-esenciales
La oficina es el área más importante para ti y tus empleados. En ella realizarás la magia de brindar servicios y productos muy especiales que cambiarán (y mejorarán) la vida de tus clientes. Y para ello tendrás que realizar la reinversión de una parte de tus ingresos.
Esta reinversión, durante los primeros meses, tomará la forma de compra de insumos como papelería, mobiliario y estaciones de trabajo, informes, promocionales, etc. No obstante, es importante analizar que algunos insumos pueden ser considerados no-esenciales, ya que no afectan de ninguna forma tu capacidad de respuesta o producción ante cliente.
Analiza con cuidado qué insumos sueles adquirir con frecuencia. Sepáralos en dos categorías: aquellos que mejoran la productividad y aquellos que mejoran otros aspectos del trabajo interno, y luego establece un plazo de adquisición. Así evitarás hacer compras innecesarias, ahorrándote algo del retorno de inversión, y la producción de desechos innecesarios.
Como dato adicional, considera la adquisición de productos sustentables o ecológicos, en lugar de las versiones normales.
2. Optimiza tu manejo de documentos impresos
Todas las empresas requieren papelería, sin embargo, gracias a la tecnología, podemos disminuir su uso gracias a sus alternativas electrónicas.
Comprar poco papel, reciclar hojas, digitalizar documentos y hacer trámites de compra y venta vía electrónica son grandes puntos de inicio.
Algunas empresas, incluso migran toda su operación a plataformas digitales en la nube que siguen ofreciendo la oportunidad de llevar un seguimiento impreso (con archivos PDF y Word) si así lo requieren sus clientes.
Como dato adicional, si consideras que es necesario mantener papelería personalizada busca opciones con sustratos ecológicos o biodegradables. En caso de que sean para tus clientes, te permitirá mostrarles tu compromiso con el medio ambiente.
3. Actualiza todos tus equipos electrónicos
Lo nuevo siempre es mejor. Y nada lo demuestra más que los dispositivos electrónicos. No solo contienen mayor poder de procesamiento ofreciendo mayor flexibilidad a la hora de trabajar, también tienen un bono especial para el medio ambiente: son muy eficientes consumiendo energía.
Esto también se aplica a otros electrónicos en la oficina como los termostatos, el aire acondicionado, las impresoras, los reguladores, refrigeradores, el resto de los aparatos eléctricos que utilices, incluso tus focos.
Busca, siempre que te lo permita el presupuesto, renovar cualquier aparato eléctrico que utilices tú o tus empleados.
Como dato adicional, recuerda que hacer estas compras, aunque sean muy caras en un inicio, pueden ser inversiones muy rentables a largo plazo, ya sea disminuyendo tu recibo de la luz o permitiéndote ser más productivo, como en el caso de las estaciones de trabajo o el aire acondicionado.
4. Hábitos ahorradores
Muchas empresas (y empleados) suelen olvidar que el ahorro de energía eléctrica también es una acción sustentable que impacta positivamente al medio ambiente, ya que reduce la huella de carbono.
Si en tu empresa inculcas a tus trabajadores el hábito de desconectar aparatos eléctricos al terminar de utilizarlos puedes estar promoviendo un cambio radical en su percepción, en especial si están acostumbrados a dejar todos sus instrumentos eléctricos conectados o prendidos (¡cuidado con las computadoras que se quedan prendidas!).
Estos hábitos ahorradores también se transmiten a otros recursos como el agua, el papel, el papel higiénico, los aparatos de cocina (si se cuenta con ellos), entre muchos otros.
Como dato adicional, quizás quieras considerar promover en tu oficina el uso de la bicicleta entre aquellos empleados que vivan más cerca de la oficina. No solo llegar en bicicleta a la oficina los ayudará a mantenerse en forma, también estarás promoviendo en ellos el uso del transporte ecológico más eficiente de la humanidad.
5. Promueve el Home Office
Esta acción, aún novedosa en nuestro país, puede contribuir en gran medida al medio ambiente si se considera al menos un día de Home Office en tu oficina.
El razonamiento detrás de esta acción es muy sencilla: tus empleados requieren trasladarse todos los días de sus hogares a tu oficina generando contaminación con sus vehículos particulares. En especial si viajan solos.
Con el Home Office tus empleados ahorran tiempo “llegando al trabajo”, evitarás que contaminen con sus carros y, además, su trabajo será más eficiente al estar en un entorno relajado y familiar.
Dales esta opción y quizás te lleves una muy grata sorpresa.
Y tú, ¿qué otras acciones sustentables crees que podrías implementar en tu oficina?