La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) coloca a México como el segundo mejor país para emprender. En el país existen más de 4 millones 230 mil PyMEs, las cuales aportan cerca del 52 % del PIB nacional.
Según datos del Instituto Nacional del Emprendedor (INADEM), cada mes abren cerca de 35 mil negocios a nivel nacional, sin embargo, solo el 10% de estas empresas logra sobrevivir más de 10 años.
Muchos son los factores que intervienen en el fracaso de los emprendedores, pero las causas más frecuentes son la falta de objetivos claros, nivel bajo de ingresos, mal planteamiento del plan de negocios y la inexistencia de una estrategia financiera.
¿Qué tipo de emprendedor eres?
Para entender el panorama del emprendimiento en México, primero debe identificarse que tipo de emprendedor se es:
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Autoempleador. El tipo de emprendedor que crea empleos no formales de los cuales solo se beneficia él mismo.
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Creador de negocios. Estos ofrecen servicios o productos, generan empleos formales y se benefician tanto al emprendedor como a sus empleados.
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Creador de empresas. Una empresa es una organización que busca generar ingresos e inversiones que beneficien a los socios de una compañía.
La gran mayoría de los emprendedores en el país pertenecen a la primera categoría. Visto de esta manera, se entiende por qué México, aun siendo un paraíso para el emprendimiento y las startups, también es el país con más empleo informal y que menos ingresos genera.
Los datos oficiales muestran que el 66 % de las PyMEs mexicanas generan menos de $500,000 pesos al año, mientras que el 80 % vende menos de $1,000,000 anualmente.
Actualmente, las startups más rentables son las Fintech, compañías financieras que se enfocan en desarrollar plataformas tecnológicas que auxilian a las empresas a alcanzar mayores niveles de competitividad, sostenibilidad y crecimiento.
