Los alumnos de la materia Calidad en las Instituciones de Responsabilidad Social y Sustentabilidad participaron en actividades de voluntariado en la Casa Hogar Paz y Alegría con el objetivo de comprender la importancia de la vocación de servicio y reconocer la cultura como base de la calidad en el servicio y de la orientación hacia una atención integral de la persona.
Durante su visita, realizaron la limpieza del albergue, prepararon alimentos, lavaron ropa, apoyaron en terapias motriz infantil, jugaron con adultos mayores y niños con enfermedades congénitas severas o discapacidades. Asimismo, entregaron un donativo en especie.
Cabe destacar que esta casa hogar resguarda a aproximadamente 90 personas, entre las que se encuentran 50 mujeres adultas mayores, 20 niños entre 0 y 12 años, y 20 hermanas de la Congregación Misioneras de la Caridad de la Madre Teresa, algunas de ellas en etapa de noviciado.
La Hermana Martha explicó que siguen cuatro votos: pobreza, obediencia, castidad y servicio a los pobres, y que se identifican por portar un sari de algodón, elaborados por personas con lepra, con la intención de dignificar el trabajo de los marginados. Además, que el sari de color blanco representa la pureza y el amor a los pobres, mientras que el que tiene rayas azules simboliza su compromiso de servir a los más necesitados.
Los estudiantes realizaron algunas de las actividades diarias de las hermanas, quienes les compartieron cómo es la vida dentro de la comunidad, y escucharon testimonios de quienes residen en esta institución, así como de voluntarios y doctores comprometidos con esta labor. Para el desempeño de sus labores, se dividieron por secciones para atender a adultos mayores y niños, apoyando en áreas comunes como la limpieza y la gestión del almacén e interactuar con los residentes, quienes agradecieron la visita y compañía.
En todo momento, se desempeñaron con excelencia, comprendiendo que servir con calidad impacta en la salud y el bienestar integral de quienes viven ahí. A la vez, aprendieron de las hermanas en cómo alimentar a las personas con discapacidad y recibieron tarjetas con una frase de la Madre Teresa de Calcuta para resaltar que servir a los demás es el acto de amor más grande.
Finalmente, antes de retirarse, la hermana Martha compartió a los miembros de nuestra comunidad una reflexión en la que les recordó que la Casa Hogar Paz y Alegría está abierta para recibirlos y que su ayuda es invaluable, no solo para los necesitados, sino también para quienes sirven en condiciones de soledad y sacrificio, recordándoles que este voluntariado les renueva en su vocación y compromiso.
Sin duda, los asistentes a esta actividad comprendieron la importancia de gestionar una cultura organizacional basada en la escucha activa, la asertividad y el liderazgo de proyectos responsables, de impacto internacional, accesibles, rentables y sostenibles.
Más información:
Dra. Alejandra Ríos Ramírez
alejandra.riosra@anahuac.mx
Facultad de Responsabilidad Social