La introducción de alimentos ultraprocesados y su fácil disposición generó que la dieta del mexicano cambiara en las últimas décadas, volviéndose rica en carbohidratos y grasas. Lo anterior aunado, a un alto consumo de bebidas azucaradas, así como un estilo de vida sedentario, exacerbando los índices de sobrepeso y obesidad en niños. En particular se ha identificado a los universitarios como grupo vulnerable en presentar alternaciones en su alimentación y hay autores que mencionan que estos enfrentan una serie de factores que pueden afectar su alimentación, como el estrés y la falta de tiempo.
Los trastornos de la conducta alimentaria son un problema de salud mental grave en la población joven y en particular en la población universitaria, debido a la preocupación excesiva por la imagen corporal y el peso, y se ha identificado que las mujeres son más vulnerables que los hombres.
Particularmente, el trastorno por atracón se caracteriza por episodios recurrentes de consumo de grandes cantidades de alimentos en un periodo corto de tiempo en los que la persona experimenta una sensación de pérdida de control y no puede detenerse o controlar la cantidad de alimentos que consume. Asimismo, se relacionan malestares respecto a los atracones con ausencia de conductas compensatorias siendo un factor que incide en el desarrollo de obesidad.
Este 30 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Lucha contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria, cuyo objetivo es concientizar sobre la importancia de la prevención, detección y tratamiento oportuno de este tipo de trastornos, además de luchar contra estigmas sociales.
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Dr. Luis Miguel Rodríguez Serrano
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Facultad de Psicología