El objetivo fue brindarles alternativas a las comunidades indígenas para dar solución a los problemas de pobreza extrema y alimentación que experimentan.
Como parte de los convenios de responsabilidad social entre academia, tercer sector y empresas, y con la Cátedra con Herdez, a través de la Coordinación de Nutrición de nuestra Universidad Anáhuac México, se realizó un taller de cocina para la comunidad mazahua de los municipios de San Felipe del Progreso, Ixtlahuaca y Jocotitlán, en el Estado de México.
Entre las principales actividades productivas de la comunidad se encuentran las agrícolas, en especial la siembra del maíz, frijol, haba y calabaza para su autoconsumo. Sin embargo, la baja rentabilidad de las actividades agrícolas hace necesaria la diversificación de actividades por medio de la migración laboral. Con las diferentes encuestas de salud, alimentación y nutrición en la comunidad mazahua mexiquense, se ha identificado que la desnutrición infantil sigue siendo un problema de salud que se asocia con el neurodesarrollo de los niños.
Por medio de organizaciones como la Fundación Mazahua, empresas como Herdez, a través del asesoramiento de la Anáhuac, se les brinda apoyo a las comunidades indígenas para dar solución a los problemas de pobreza extrema y alimentación, además de ofrecer alternativas aprovechando sus recursos naturales y alimentos típicos de la región.
Estas actividades han generado proyectos que tienen como objetivo mejorar la alimentación de dicha comunidad. Es por ello que Herdez les brindó conejos para el consumo y crianza, con el fin de mejorar la prevalencia de desnutrición proteica en niños y aprovecharlo para su economía (elaboración de chalecos, bufandas, etc.), además de aprovechar su carne para consumo.
Al taller de cocina acudieron 11 mujeres mazahuas, quienes aprendieron a preparar conejo en adobo con chile pasilla y guajillo. También realizaron dulces y conservas de tejocotes para aumentar su vida útil y generar ingresos en la comunidad. A esta actividad se le dio un enfoque de sustentabilidad, ya que las cascaras del fruto fueron deshidratadas con chile para aprovechar su fibra y también poder consumirlas. Posteriormente, las participantes pudieron consumir y probar los productos elaborados generando una convivencia entre los participantes.
Una de las ideas de estos talleres es que aprendan a hacer este tipo de actividades y lo reproduzcan en sus comunidades para autoconsumo, así como para su producción y venta.
Con actividades como esta, además de impulsar el liderazgo y sentido social en los alumnos, buscamos ser un agente de cambio en la sociedad.
Más información:
Mtra. Magdalena Urrutia San Vicente
Coordinadora de la Licenciatura en Nutrición
magdalena.urrutia@anahuac.mx