Hace tiempo que el libro digital apareció en escena. No faltaron los agoreros del desastre quienes afirmaran que había concluido la era del libro físico. Si es posible tener toda la biblioteca en un lector que puedo portar en un bolsillo, ¿qué necesidad tenemos de montañas de papel y de libros que acumulen polvo?
Por Maestro Carlos Lepe Pineda
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La realidad es que han pasado los años y el libro digital ha tenido tiempo de mostrar sus bondades, así como sus desventajas. Del mismo modo, muchos han tenido ocasión de experimentar ambos mundos, el de la lectura física y el de la lectura digital, obteniendo valiosas conclusiones.
Hablemos sobre la vigencia de cada formato. El riesgo de un libro digital es que el formato específico en el que se encuentre (desde el celebérrimo Portable Document Format – PDF; hasta otros más sofisticados como ePub o el exclusivo de Amazon Kindle, AZW) resulte incompatible más adelante con otro lector. Por ejemplo, leer en PDF en una Kindle es un verdadero suplicio. Por su parte, los libros AZW de Kindle no se pueden leer sino en aplicaciones o lectores Kindle, carecen de toda intercomunicación y compatibilidad. ¿Qué sucederá cuando la empresa que comercializa el sistema, cierre de manera definitiva? Esto ya ha sucedido con Grammata, la cual perdió la carrera comercial frente a otras ofertas. Llegó el día en el que pidieron a los usuarios bajar a sus dispositivos los libros comprados, pues todos los servicios en línea desaparecerían. Toda una serie de temas para reflexionar antes de adquirir un dispositivo de lectura.
Por su parte, el libro físico tiene una duración media de vida muy larga y es un objeto que se puede conservar y consultar ilimitadamente. Del mismo modo, el libro físico nos permite una consulta muy ágil de su contenido. Podemos pasar las hojas con facilidad hacia adelante y hacia atrás, buscar con facilidad a partir del índice y conservar en la memoria el avance en el que encontramos información interesante. Esto es difícil y laborioso en un formato electrónico. Un punto más para el libro físico.
En todo caso, es verdad que la discusión sobre libro físico contra libro digital es falsa. Cada formato tiene su lugar y su momento. Cada formato ofrece ventajas y desventajas.
Revisemos algunas.
El libro físico es difícil de conseguir. Tiene una distribución limitada y, dadas las políticas de las editoriales actuales, un libro puede ser descatalogado en pocos meses y, si tiene suerte, en pocos años. Así que si se busca un libro de la década pasada, es poco probable que se encuentre, fuera de las “librerías de viejo” que existen en algunos lugares. Al contrario, en formato digital se pueden encontrar numerosos libros, algunos de reciente edición y otros con años o lustros de antigüedad. Creo que una de las grandes ventajas de los libros digitales es que un lector ávido puede encontrar obras que, de otro modo, estarían totalmente fuera de su alcance. De este modo, la lectura física y la digital no se oponen, se complementan.
Si una lectura es verdaderamente fundamental para una persona (sea por motivos personales o profesionales) mi consejo sería que no lea la obra en digital. La experiencia será más cercana si lo hace en físico y subraya la obra, toma notas y pega notas a lo largo de la misma. En cambio, un libro importantísimo, pero que puede obtenerse solo en formato digital ofrecerá la posibilidad de subrayar, de tomar notas y de marcar páginas, reuniendo después toda esta información electrónica para el uso final.
En todo caso, creo que lo esencial está dicho. El libro físico y el digital no están peleando una lucha a muerte. En realidad, con atención y cuidado, el lector inteligente aprovechará lo mejor de ambos mundos. Que así sea para nuestros queridos amigos de nuestra revista.
TIPS DEL LIBRERO
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Aprovecha las ofertas relámpago de libros de Amazon Kindle. ¿Sabías que Amazon tiene cada 24 horas una oferta denominada “Kindle Flash”, la cual abate los costos de, en promedio, cuatro libros, hasta un 90 %
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Por su relación precio-calidad, el Kindle Paperwhite es el favorito de muchas personas. Tiene pantalla táctil y ajuste de retroiluminación, entre muchas otras funcionalidades.
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El eReader de Kobo, modelo Aura, es uno de los favoritos que buscan otros catálogos de libros electrónicos. Funciona mediante un sistema de derechos (DRM) que permite comprar y cargar las obras en el dispositivo.
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No existe una estadística confiable sobre consumo de libros electrónicos en el mundo. El mercado es muy diverso y no existen normas internacionales para compartir información sobre compra y consumo de este tipo de bienes
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La mayor parte de los eReaders ofrecen diccionarios integrados que puede ofrecer tanto la definición de una palabra con su traducción a diversos idiomas. En este aspecto, el libro físico es para almas más tradicionales.