Por: Maestrante Mariana Berenice Benavides Torres
A lo largo de nuestras vidas es posible que hayamos escuchado frases como: “¡pudiste hacerlo mejor!, ¡mira, él sí puede!, ¡no te esforzaste tanto!, ¡era tu obligación!”, ya sea de algún familiar, profesor o alguna persona cercana.
Estas frases pueden tener un impacto significativo en nuestras vidas y forma de ser. En muchas ocasiones decimos palabras sin pensar en el impacto que tienen y que, en ocasiones, quisiéramos no haber escuchado jamás. Debemos hacer consciencia de lo que decimos y hacemos en todo momento.
El ser humano vive diferentes etapas a lo largo de su desarrollo, en las primeras se encuentra con la experiencia del sistema educativo, por lo que se vuelve crucial poner atención en ámbitos como lo es la escuela, debido a que ésta llega a convertirse en nuestra segunda casa y es en donde se desarrollan muchos de los hábitos que nos acompañarán en nuestra vida. De esta forma, la educación sigue teniendo un gran papel en la vida del individuo y qué mejor que el ámbito educativo fortalezca la autoestima de nuestros niños y jóvenes.
Para lograr esto se debe comenzar por una aceptación incondicional en donde se admitan las capacidades de cada uno, asumiendo que existen fortalezas y áreas de oportunidad, y que la persona continúa teniendo la misma valía independientemente de los cambios
que puedan llegar a darse; es decir, no por mejorar mi conocimiento en una materia me vuelvo una persona con mayor éxito.
En segundo lugar, se sugiere el establecimiento de metas claras y medibles a corto plazo, ya que su cumplimiento fortalecerá la sensación de logro y, por ende, un aumento de confianza en sí mismo y sus aptitudes. Por ello se debe propiciar un mayor cuidado en el impacto de nuestras palabras, porque cuando nos enfocamos en un positivismo superficial y constante estamos lejos de ayudar al alumno a construir su autoestima, en cambio, cuando existen formadores y metodologías de formación que verdaderamente apoyen los procesos humanos de crecimiento y aceptación incondicional, en el futuro, quizás podamos contemplar un ambiente con personas conscientes de su salud emocional y aportando de forma positiva en nuestro país.