Webster Iván Ricárdez Moreno, Comunicación 2008
Director General en Webster Ricárdez, Casa Productora
Entrevista en la revista Generación Anáhuac No. 181
Egresado de la Lic. en Ciencias de la Comunicación y Maestro en Comunicación Corporativa y Mercadotecnia por la Universidad Anáhuac Veracruz, Webster Ricárdez se ha convertido en un referente de éxito y perseverancia con su empresa “Webster Ricárdez, Casa Productora”, teniendo bajo su responsabilidad grandes producciones audiovisuales y adquiriendo experiencias que transmite a los alumnos de la Licenciatura en Comunicación de su Alma Máter, al formar parte del claustro académico.
Su decisión de convertirse en comunicólogo fue completamente espontánea e inesperada, tanto para él como para sus padres; un día antes de iniciar clases en la Universidad Anáhuac Veracruz, la orientación vocacional de un psicólogo le marcó el camino que lo guiaría a estudiar comunicación y música, dejando completamente de lado la idea de ser ingeniero industrial.
Las herramientas que encontró Webster en los laboratorios de comunicación y la posibilidad de saber que podría llevar a la práctica lo aprendido en la teoría, fueron piezas clave para motivarlo a estudiar en la Universidad Anáhuac. Él recuerda cómo, a pesar del “apagón analógico” que se vivía en ese momento, el equipo del laboratorio se encontraba a la vanguardia de esa época, además de que la actualización constante del plan de estudios le garantizaba que sus conocimientos le aportarían un desarrollo integral y profesional.
Después de dos años de estudiar música tomó una segunda importante decisión al enfocar sus estudios al cien por ciento a la carrera de comunicación, reconociendo su verdadero gusto y pasión por las materias de fotografía, diseño y producción.
"Aunque dejé la música en el sentido educativo, me sigo dedicando a eso y me ayuda muchísimo a editar y a escoger el ritmo de lo que produzco."
A pesar de que en sus planes no estaba, ni remotamente, convertirse en comunicólogo, fue su talento el que habló por él y poco a poco empezó a destacar en la Universidad por la dedicación que imprimía en cada proyecto, cualidades que sus maestros reconocieron. Finalmente, fueron ellos quienes se convirtieron en sus cómplices, apoyándolo con las herramientas y la guía que necesitaba para consolidar sus proyectos.
Reconociendo en todo momento el apoyo de su Alma Mater para poder abrirse camino, fue precisamente un docente el que le ayudó a conseguir su primer empleo, y aunque en un inicio no tomó el ofrecimiento laboral como algo serio, una tarde se llevó la sorpresa de que su contrato para colaborar en Radio Televisión de Veracruz ya estaba hecho.
Con los conocimientos obtenidos al realizar su Mentoring o Prácticas Profesionales en importantes programas de TV Azteca México, en RTV cubriendo eventos culturales y deportivos a nivel estatal, y realizando producciones para el Ayuntamiento de Xalapa, en un corto periodo de tiempo, Webster adquirió la experiencia necesaria para abrirse camino profesional y empezar a relacionarse en la industria, definiendo claramente cuáles serían sus ideales y metas para hacer grandes proyectos y adquiriendo total claridad de los procesos de preproducción, producción y postproducción.
Teniendo las palabras de su padre en mente, aconsejándole que antes de emprender debía dedicarse al ámbito público, privado y educativo, al terminar su Maestría en Comunicación Corporativa y Mercadotecnia, acepta el ofrecimiento para dar clases en la Universidad Anáhuac Veracruz, que se convertiría en el eslabón faltante y determinante para que él finalmente decidiera emprender.
Con el poco dinero que tenía disponible en ese momento, compró una cámara profesional, un slider, un micrófono inalámbrico y un tripié, entrando de lleno a realizar trabajos como freelance y dividiéndose para ser relacionista público, camarógrafo, editor y productor.
"Más allá de la cámara o el lente, de los filtros y el avance de la ciencia óptica, la más avanzada tecnología está en la mirada."
La limitante del tiempo, considerando que él se encargaba de todo el trabajo, se volvió un obstáculo y una fortaleza para Webster. Comprender el sentido del tiempo y las implicaciones de una producción, lo ayudó a conocer la importancia de delegar trabajo a personas especialistas, conformando así un equipo de trabajo que le permitiría capitalizar el tiempo y dedicarse a varios proyectos de forma simultánea, además de enfocar sus esfuerzos en aspectos igualmente importantes como las relaciones públicas y el trato al cliente.