Roberto Aguilar Viveros, Mercadotecnia 2020. Club Guerreros de Xalapa. "Adversity introduces a man to himself" - Albert Einstein
Egresado de Mercadotecnia por la Universidad Anáhuac Veracruz campus Xalapa y actual jugador profesional de Básquetbol, Roberto Aguilar se ha destacado por su compromiso con el deporte, llevándolo a ser reconocido por su exitosa trayectoria y convirtiéndose en una joven promesa del básquetbol, próximo a representar a nuestro país en el deporte que le apasiona.
¿Cómo ha sido tu experiencia profesional?
Actualmente estoy jugando en el equipo de básquetbol Guerreros de Xalapa y tendré el honor de representar a México en la Selección de Clubes Nacional Mayor.
Llevo 20 años practicando básquetbol y desde que jugaba en la Universidad, en mi mente siempre estuvo jugar básquetbol profesional. Era una meta que tenía desde que llegué a la Anáhuac y todo mi trayecto fue enfocado a que, saliendo de la Universidad, jugara de forma profesional. Eso nunca salió de mi mente y siempre lo tuve claro, aunque a veces hubo momentos difíciles en los que pensé en no seguir con mi sueño y dedicarme a otra actividad, gracias a la mentalidad que he trabajado a lo largo de toda mi vida, lo estoy cumpliendo.
Al salir de la Universidad me puse a entrenar más duro, porque sabía que el básquetbol profesional llegaría a Xalapa y que tenía una gran oportunidad de jugar en esos equipos y así fue. Mientras estaba en la Anáhuac, los directivos del equipo en el que estoy actualmente se fijaron en mí y finalmente me invitaron al equipo, lo cual a su vez me permitió ser convocado para representar a mi país en la Selección de Clubes Nacional Mayor, que es un torneo internacional de la amistad que se realizará en diciembre del 2021 en Santa Catarina, Brasil. Mi objetivo desde la Universidad era representar a México en el ámbito deportivo y estoy contento de lograr mi objetivo.
Aunque he logrado lo que quería, que es jugar básquetbol profesional, quiero seguirlo haciendo en diferentes ligas y poder posicionarme como los mejores jugadores de México. Quiero seguir creciendo y ganarme minutos de juego en los equipos de los que forme parte, además de que me gustaría continuar con la idea de crear mi marca personal, que fue lo que me motivó a estudiar mercadotecnia.
¿Por qué elegiste estudiar la Lic. en Mercadotecnia en la Universidad Anáhuac Veracruz?
Comencé estudiando negocios internacionales, hasta que en el segundo semestre tuve una materia de mercadotecnia que me gustó mucho con el Mtro. Jorge Chávez, así que consideré que la carrera de mercadotecnia era más afín a mi perfil por el interés que tenía de comenzar mi propio negocio e iniciar mi propia marca en la industria restaurantera o en algo relacionado con el deporte.
Elegí la Universidad Anáhuac Veracruz, campus Xalapa, porque sabía que estando ahí, me podría abrir las puertas para que distintos equipos pudieran verme. Cuando yo llegué a la Universidad a formar parte del equipo selectivo estábamos en división dos de la liga ABE, y sabía que era importante que ascendiéramos a división uno. Finalmente lo logramos y la gente ya nos conocía más, lo cual me ayudaba a que otros equipos profesionales se fijaran en mí y pudieran contratarme en un equipo profesional. Una institución como la Universidad Anáhuac Veracruz convoca a muchas personas y sabía que era una gran oportunidad para sobresalir.
¿Cómo fue tu experiencia en la Universidad Anáhuac Veracruz?
En el lado académico no era un alumno de puro 10, pero siempre estuve muy comprometido. Tuve una situación en la transición del bachillerato a la Universidad en la que, por no esforzarme en la escuela, me iba a quedar sin jugar basquetbol, así que aprendí que debía llevar la parte académica y el basquetbol en conjunto. A partir de esa situación tuve que pensar en cómo llevar de la mano ambas cosas y cada vez pude hacerlo mejor. Siempre tuve maestros muy buenos que entendían que estudiaba y entrenaba al mismo tiempo, y si tenía alguna duda, me daban asesoría después de clases. Tuve mucho apoyo de su parte y gracias a eso logré graduarme con un buen promedio.
En la parte deportiva, desde que llegué todos me trataron muy bien y disfruté el proceso al máximo. Fue muy valiosa la experiencia con el selectivo de básquetbol, en la que ascendimos de segunda a primera división en la liga, además de que hice muy buenas amistades que me quedan para toda la vida, de hecho, también se encuentran jugando en equipos profesionales de básquetbol. La Universidad Anáhuac Veracruz me permitió viajar, conocer nuevas ciudades, hacer nuevos amigos. El ambiente en la Universidad es increíble y todos nos apoyaban en los partidos, así que es una etapa que disfruté mucho. Definitivamente para mí sí fue la mejor etapa de mi vida, porque además pude jugar en las instalaciones del Complejo León, eso contribuyó a mi formación.
¿Qué retos enfrenta tu industria y cómo piensas superarlos?
En el basquetbol, en las ligas, suelen darles preferencia a jugadores extranjeros. Eso no necesariamente quiere decir que en México no hay talento, pero se tiene la idea de que jugadores de otros países tienen mejor nivel y esto es complicado cuando terminas una liga y buscas que te seleccionen para otra. Mi meta es seguir jugando básquetbol y mejorar cada día. Busco que se den cuenta de que los mexicanos y en especial los jóvenes, tenemos potencial para jugar a ese nivel y que estamos tan preparados como los jugadores extranjeros, para poder ganar su confianza y lograr que crean en nosotros.
¿Cuál fue el mejor consejo que le darías a los jóvenes Universitarios?
Sobre todo, a los que buscan dedicarse al ámbito deportivo, les diría que también pongan todo su empeño en su preparación académica universitaria, es decir, llevar el deporte y lo académico de la mano, pues tener una formación profesional es algo que siempre los va a acompañar.
Les diría también que disfruten al máximo su etapa en la Universidad y que desde el primer semestre se enfoquen en lo que quieren y se tracen metas a corto, mediano y largo plazo. Desde que yo entré a la Universidad tenía muy claro que quería ser jugador profesional, y aunque a veces tuve obstáculos que me hacían querer dejar todo, el tener definido mi objetivo me ayudó a persistir y a buscar esa meta.
¿Cuál fue tu mejor experiencia en la Universidad?
En abril del 2017, en Mexicali, fue el nacional de ascenso para pasar a primera división. Era un torneo en el que tuvimos muy buen desempeño en la temporada regular e íbamos como favoritos para ascender a primera división. Mis compañeros y yo, que ya nos habíamos vuelto una familia, estábamos muy enfocados y decididos a ganar ese nacional y gracias a Dios logramos el pase a primera división, jugando muy bien y con mucha conexión. Además de disfrutar muchísimo esa experiencia, fue muy satisfactorio para mí ser reconocido como uno de los 5 mejores jugadores del torneo.
¿Cómo desarrollaste tu formación integral a lo largo de tu paso por la Universidad Anáhuac Veracruz?
Estoy agradecido con Anáhuac Veracruz por ser mi casa durante 4 años, en los que me ayudaron en todo momento para ser mejor persona, para ser más analítico, más objetivo. Me ayudaron a desarrollarme para ser un profesional en lo laboral y en lo deportivo y también a ser más extrovertido y poder desenvolverme más. Me ayudaron a sentirme más cómodo socializando con otras personas gracias a la convivencia del campus, en la que me logré sentir muy cómodo.
Yo siento que la Universidad Anáhuac Veracruz me ayudó mucho a sentirme seguro en todos los aspectos de mi vida y aunque al principio sólo pensaba en ser jugador profesional de básquetbol, a lo largo de mi formación también comencé a sentirme cómodo en el ámbito laboral relacionado con mi carrera de mercadotecnia, y finalmente me di cuenta de que también es un camino que puedo seguir.
¿Qué papel jugaron tus maestros en tu formación?
En el básquetbol, los entrenadores de la Universidad Anáhuac Veracruz me permitieron crecer mucho, pues el básquetbol es un deporte que requiere mucha comunicación y disciplina, sobre todo cuando la práctica es de alto rendimiento. Es indispensable tener una buena conexión entre tus compañeros de equipo y además estar en la misma sintonía, lo cual desarrollamos en cada entrenamiento.
Académicamente, los maestros también nos apoyaban en los partidos y eso generó una comunidad muy consolidada con buena convivencia, en la que ellos entendían mis responsabilidades con el deporte y siempre fueron muy accesibles conmigo. Cada uno de ellos me dio la oportunidad de generar confianza y tener un trato directo para acercarme y pedir su apoyo, inclusive algunos de ellos me daban asesorías personales en la Universidad y eso es algo que no cualquier institución propicia; mi experiencia universitaria no habría sido la misma sin el respaldo y apoyo de mis profesores.