Voluntarios ASUA y del apostolado Pisando Fuerte realizan talleres para personas migrantes, refugiados y solicitantes de asilo

Además de organizar distintas actividades, los alumnos conocieron la música tradicional y bailes venezolanos, ya que la mayoría de los refugiados son de ese país.
 

En respuesta a las políticas migratorias establecidas por Estados Unidos, los alumnos voluntarios de Acción Social de la Universidad Anáhuac (ASUA) y del apostolado Pisando Fuerte asistieron al albergue Casa Fuente de Apoyo a Mujeres, Niñas y Niños Víctimas de Violencia A.C. 

Durante su visita realizaron distintas actividades con el fin de fomentar la integración de una comunidad vulnerable, acompañarlos y asistirlos con recursos básicos, además de organizar distintas actividades.

En esta ocasión se contó con la participación de los voluntarios de ASUA de las licenciaturas en Relaciones Internacionales, Finanzas, Economía, Actuaría y Dirección de Empresas de Entretenimiento, cuya participación fue fundamental para la planeación de la actividad “Migrando las Emociones”. 

Además, la participación de los miembros de Pisando Fuerte fue clave para dar acompañamiento a los voluntarios, crear alianza con el albergue y asistir a las personas migrantes.

Primero, los voluntarios se dividieron en dos grupos: uno con adultos y otro con niños de entre tres y doce años. Se realizaron actividades donde ambos grupos tuvieron espacios de diálogo y apertura. 

Para los pequeños, se organizó una dinámica en la que identificaron cómo se sentían regularmente, los momentos y las razones por las que llegaban a sentir alegría, preocupación, tristeza, cansancio, amor y enfado, con el fin de conocerse a sí mismos y proponer acciones para buscar sentirse bien con mayor frecuencia. 

A su vez, el convivio que se generó con los refugiados, en su mayoría migrantes venezolanos, fue enriquecedora, ya que compartieron su música tradicional entre aplausos, palmadas en la mesa y singulares pasos de baile. 

Gracias a esta actividad, los voluntarios conocieron parte de la expresión cultural y social de cada migrante, ya que, si bien, la identidad y la cultura nacional es algo que caracteriza a una comunidad, durante esta visita aprendieron el valor del conocimiento personal y la importancia del reconocimiento cultural propio.