Visitamos Casa Hogar Paz y Alegría de las Hermanas de la Caridad de la Madre Teresa de Calcuta

Alumnos de la Facultad de Responsabilidad Social y Sustentabilidad participaron en actividades de voluntariado con el objetivo de comprender la importancia de la vocación de servicio.

Los alumnos que cursan la materia de Calidad del servicio en las instituciones de responsabilidad social y sustentabilidad realizaron varias actividades de voluntariado en la Casa Hogar Paz y Alegría de las Hermanas de la Caridad de la Madre Teresa de Calcuta en Santa Fe, Ciudad de México, con el objetivo de comprender la importancia de la vocación de servicio, la cultura como parte medular de la calidad y la orientación de la persona al otorgar un servicio.

Durante su visita realizaron limpieza de habitaciones, tendido y doblado de ropa, y dieron de comer a niños con discapacidades cognitivas y motrices severas. También entregaron un donativo en especie con un valor aproximado de $2,500 pesos.

Cabe destacar que dicha casa hogar alberga alrededor de 90 personas, 45 mujeres adultas mayores, cinco jóvenes, 15 niños desde recién nacidos hasta 12 años, cinco voluntarios residentes, 20 hermanas de la Congregación Misioneras de la Caridad, algunas de ellas en etapa de noviciado, y cinco trabajadores de entrada y salida.

En todo momento, los alumnos se desempeñaron con excelencia, comprendiendo que servir con calidad impacta directamente en la salud y el bienestar integral de quienes viven allí. Asimismo, asimilaron que la misión de la casa hogar es proveer una vida digna a personas abandonadas, sin hogar y sin familiares.

La hermana Jovita les explicó que, como congregación, cuentan con cuatro votos: pobreza, obediencia, castidad y servicio a los pobres. Además, les mencionó que se identifican por portar un sari de algodón elaborado por leprosos de Calcuta.

Adicionalmente, les compartió información sobre los diversos apostolados que tienen y, para concluir, les entregó una medalla de la Madre Teresa de Calcuta como símbolo de agradecimiento por su servicio a los más necesitados, el mayor acto de amor que alguien puede ofrecer, especialmente en un día tan significativo como el 14 de febrero, Día de San Valentín.

Al finalizar, los alumnos ayudaron a descargar un banquete de comida donado por un grupo de tailandeses, quienes organizaron un convivio especial para celebrar la amistad y el amor entre ellos.

Tanto la hermana Jovita como el personal del lugar recordaron a los alumnos que la Casa Hogar Paz y Alegría siempre estará abierta para ellos, ya que su voluntariado es de un valor inigualable, no solo para los pobres, sino también para quienes dedican su vida al servicio, lejos de sus familias y en una constante soledad. Su ayuda y entrega les brinda energía y pasión por su vocación.

De este modo, los alumnos aprendieron la importancia de gestionar una cultura organizacional, escuchar activamente, ser asertivos e identificar cómo liderar un proyecto responsable con impacto internacional, accesible, rentable y sostenible.