El Patrimonio Cultural Inmaterial: 20 años de salvaguardar la celebración del Día de Muertos en México
Esta tradición refuerza el estatus cultural, político y social de los pueblos indígenas de México, quienes durante generaciones han mantenido viva esta herencia.
En 2024, la UNESCO continúa consolidando los esfuerzos globales por la conservación del patrimonio cultural inmaterial, reforzando su compromiso de preservar las tradiciones vivas que dan identidad a comunidades en todo el mundo. A un año de haberse conmemorado el 20º aniversario de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, adoptada el 17 de octubre de 2003, la organización sigue trabajando junto a los Estados Partes para proteger la riqueza y diversidad de las expresiones culturales vivas.
Este compromiso internacional no solo reconoce la importancia del patrimonio inmaterial como parte del legado cultural de la humanidad, sino que también subraya que el patrimonio vivo pertenece a todos. El aniversario de la Convención es una oportunidad para reflexionar sobre su impacto en la sensibilización cultural y en el fomento de la cooperación entre países, motivando la transmisión de conocimientos y saberes a nuevas generaciones y como un referente del turismo nacional.
El Día de Muertos: Un tesoro de Patrimonio Inmaterial
Una de las festividades más emblemáticas inscritas en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad es el Día de Muertos de México, proclamado inicialmente en 2003 y formalmente inscrito en 2008. Esta celebración, que tiene lugar a principios de noviembre, es un ejemplo de la fusión entre las creencias prehispánicas y las tradiciones católicas traídas por los europeos en el siglo XVI.
El Día de Muertos representa un momento de reencuentro entre los vivos y sus seres queridos fallecidos, quienes, según la tradición, regresan al mundo terrenal de forma transitoria. Este ritual coincide con el final del ciclo de cultivo del maíz, un elemento central en la vida agrícola de México. Las familias colocan ofrendas en los altares y esparcen pétalos de flores para guiar a las almas hacia los hogares y cementerios. Los manjares favoritos de los difuntos son preparados con esmero, rodeados de flores, velas y siluetas de papel. La creencia popular indica que el bienestar del hogar y la cosecha depende de que los rituales sean realizados de forma adecuada para agradar a los espíritus.
Un encuentro cultural con valor social
El Día de Muertos no es solo una celebración, sino un acto de afirmación social e individual en el que cada persona encuentra su lugar dentro de la comunidad. Esta tradición refuerza el estatus cultural, político y social de los pueblos indígenas de México, quienes durante generaciones han mantenido viva esta herencia. Además, la festividad entra dentro de dos categorías clave del patrimonio intangible:
• Conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo
• Usos sociales, rituales y actos festivos
La importancia de valorar y transmitir nuestro patrimonio
Las tradiciones como el Día de Muertos son parte fundamental del legado cultural que debe ser conocido, valorado y transmitido a las futuras generaciones. La UNESCO y los Estados Miembros continúan su misión de proteger este patrimonio vivo, reconociendo que cada tradición refleja la historia, los valores y la identidad de las comunidades que la practican.
En un mundo globalizado, mantener estas expresiones culturales no solo preserva el pasado, sino que también fortalece la diversidad y el entendimiento entre culturas, consolidando un futuro en el que las tradiciones vivas sigan uniendo a las personas y promoviendo la paz, a la vez que son un elemento vital en estas fechas del turismo en México.
Más información:
Dra. Blanca Correa Guevara
blanca.correa@anahuac.mx
Facultad de Turismo y Gastronomía