Día de la Madre Tierra: Un llamado a la acción

En un momento de crisis ambiental sin precedentes, es fundamental que nos unamos en solidaridad y acción, con el objetivo de preservar y restaurar la salud y vitalidad de nuestro planeta.

Los avances tecnológicos que iniciaron en el siglo XX nos han permitido vivir periodos fascinantes de apertura, evolución y liberación, aunado a ello, con la era digital que vivimos actualmente, en el siglo XXI integramos acontecimientos que otorgan una oportunidad a las personas para marcar tendencias de desarrollo y oportunidades. Sin embargo, también se observa que existe un efecto colateral negativo que lamentablemente ha sobrepasado el bienestar de la sociedad a nivel global.

Este efecto negativo se ve reflejado en el desarrollo social, económico y ambiental, permeando la calidad de vida de las personas. Bajo esta perspectiva, el Papa Francisco en su propuesta sobre el cuidado de la casa común hace un llamado urgente a la humanidad para reconocer la crisis ambiental que enfrentamos y actuar en consecuencia, expresando una profunda preocupación por el estado del medioambiente y destacando la necesidad de una conversión ecológica que implica un cambio en la forma en que vivimos, producimos y consumimos.

Por ello, en este 22 de abril, Día de la Madre Tierra, destaquemos que, en un momento de crisis ambiental sin precedentes, es fundamental que nos unamos en solidaridad y acción. Debemos trabajar juntos para preservar y restaurar la salud y la vitalidad de nuestro planeta, pensando en las generaciones presentes y futuras.

Huanacuni, 2016 menciona que, desde tiempos inmemoriales, diversas culturas han venerado a la Tierra como una entidad sagrada, reconociendo su papel fundamental en el ciclo de la vida. Sin embargo, en la era moderna, nuestra relación con la naturaleza ha sido marcada por la explotación desenfrenada de recursos naturales, la contaminación descontrolada y el cambio climático inducido por el ser humano. Estos comportamientos insostenibles han llevado a la degradación del medioambiente, la pérdida de biodiversidad y la alteración irreversible de los ecosistemas.

Uno de los mayores desafíos que enfrentamos como humanidad es el cambio climático, causado principalmente por la emisión excesiva de gases de efecto invernadero derivados de la quema de combustibles fósiles y la deforestación. Este fenómeno global está provocando eventos climáticos extremos, como huracanes más intensos, sequías prolongadas y aumento del nivel del mar, amenazando la seguridad alimentaria, la salud pública y la estabilidad económica en todo el mundo.

Ante estos desafíos, González, Díaz, Sotelo y Martínez (2020), mencionan que es imperativo que adoptemos un enfoque más holístico y sostenible hacia la gestión de nuestros recursos naturales y la protección del medioambiente. Esto implica una transición hacia fuentes de energía renovable, la conservación y restauración de los ecosistemas, así como el fomento de prácticas agrícolas y de consumo más responsables.

Sin embargo, la lucha por la preservación de la Madre Tierra no recae únicamente en los gobiernos y las instituciones internacionales; es un compromiso que concierne a cada individuo, comunidad y sociedad en su conjunto. Debemos reconocer nuestra interconexión con la naturaleza y asumir nuestra responsabilidad social de proteger y cuidar de este precioso hogar que compartimos.

Recordemos siempre que solo tenemos una Tierra y es nuestra responsabilidad asegurarnos de que continúe siendo un hogar habitable y próspero para todas las formas de vida.

Referencias:

• Francisco, S. P. (2015). Carta Encíclica Laudato si' Sobre el cuidado de la casa común. Ediciones Paulinas, S.A de C.V.
• González, D., Díaz, A., Sotelo, M., & Martínez, A. (diciembre de 2020). Responsabilidad Social Ambiental y Educación Globalizada. CITECSA - Ciencia Tecnología Sociedad y Ambiente, ISSN: 2027-6745.
• Huanacuni, F. (enero - junio de 2016). Los derechos de la Madre Tierra. Revista Jurídica Derecho, ISSN 2413 – 2810, 157 - 169