Realizamos el encuentro académico “Desaprende el dolor emocional y transforma tu vida”

Los participantes reflexionaron sobre lo complejo que puede ser el reconocer el dolor emocional, enfrentarlo y sanarlo.

El 12 de febrero de 2025, se realizó el Encuentro Académico del Bloque Electivo Anáhuac en el que participaron 60 alumnos junto a las maestras Catalina Wamba González, Guadalupe Abascal Castro, así como Verónica Ortiz.

Al inicio de este evento se proyectó una impactante escena de la película A dos metros de ti, donde se muestra la dificultad de dejar ir a quienes amamos. A partir de esta imagen, se generó una reflexión sobre lo complejo que puede ser reconocer el dolor emocional y, posteriormente, soltarlo, ya que frecuentemente nos cuesta enfrentarlo y sanarlo.

También se comparó este proceso con una caída: solo cuando sentimos el dolor y observamos la herida, nos damos cuenta de su existencia. Sin embargo, muchas veces intentamos cubrir esa herida con un "curita" sin permitirnos sentirla, llorarla y, finalmente, sanarla.

Uno de los aspectos más valiosos del encuentro fue la participación activa de los alumnos, quienes compartieron sus experiencias y puntos de vista y generaron una reflexión profunda. Escuchar a sus compañeros les permitió descubrir que el dolor emocional es una experiencia universal y que cada persona lo enfrenta de manera diferente.

A medida que avanzaba la conversación, se hizo evidente que el proceso de sanación requiere tiempo, paciencia y autocompasión. Los alumnos coincidieron en que aceptar el dolor, en lugar de evitarlo, es el primer paso para liberarse de su peso. Además, reconocer que no estamos solos y que es válido pedir ayuda permitió crear un ambiente de empatía y confianza, donde todos se sintieron escuchados y acompañados.

Finalmente, todos los participantes concluyeron que el dolor emocional no desaparece simplemente al ignorarlo; al contrario, se arraiga más profundamente. Así como que sanar requiere valentía, tiempo y consciencia, y cuando nos permitimos sentir y procesar el dolor, abrimos espacio a nuevas experiencias, mayores alegrías y, sobre todo, a una versión más fuerte de nosotros mismos.

Sin duda, este encuentro nos recordó que soltar el dolor es un acto de amor propio y que el aprendizaje emocional es clave para nuestro crecimiento personal.