¿Sobreprotección a los hijos? “Amores que matan”

Un artículo del Centro Psicopedagógico Anáhuac en el que se aborda el tema de la sobreprotección de los hijos.

El Centro Psicopedagógico Anáhuac, a través de su Clínica Anáhuac Cenyeliztli, comparte un artículo de la maestra Claudia Amador Escudero quien señala algunas consecuencias que podría traer a los hijos la sobreprotección y cómo darnos cuenta si somos o no padres sobreprotectores.

¿Sobreprotección a los hijos? “Amores que matan”

La sobreprotección a los hijos es un tema recurrente entre los padres de familia. Es algo que se experimenta casi sin darse cuenta. Sucede porque pensamos que queremos que nuestros hijos no sufran lo que nosotros, que tuvimos padres rígidos o exigentes, o porque vivimos carencias económicas en la infancia. Les compramos todo, les facilitamos todo, les resolvemos todo y les procuramos todo casi como si fuéramos esclavos. Siempre bajo la premisa de “bueno, lo hago para ayudarlo porque viene cansado de la escuela”, “le dejan mucha tarea” o “porque lo quiero mucho”. A esa actitud la llamamos sobreprotección.
 

Despoja a los hijos de la posibilidad de:

•    Experimentar habilidades nuevas. 
•    Adquirir nuevas herramientas para la vida.
•    Ejercitar la tolerancia a la frustración y a la demora.
•    La posibilidad de medir sus fuerzas por ellos mismos. 
•    Tomar decisiones asertivas desde temprana edad.

¿Cómo me doy cuenta de que soy sobreprotector?

Cuando hago cosas por ellos que ya podrían hacer por sí mismos, desde tareas muy básicas y sencillas como comer solos, bañarse, asearse, vestirse y hacer la tarea cuando ya están en edad, etc.
 

Pensar que el hijo aún no lo puede hacer o que no lo hará bien porque no tiene la capacidad ni la habilidad, aunque esto sea cierto.

Pero si no les permitimos ejercitarse en lo que ellos solos son capaces de hacer, les transmitimos la idea de que no confiamos en ellos y no los creemos capaces, situación que irá minando su autoestima y confianza en sí mismos.

¡Y mucho ojo! Al inicio se sienten molestos porque no les permitimos experimentar, pero con el paso del tiempo se conforman y exigen que los sigamos atendiendo como si fueran bebés.

Debemos recordar que no podemos mantener a nuestros hijos en una burbuja de cristal para que no sufran y no se enfrenten a los peligros.

No se trata de dejarlos solos, sino de acompañarlos, enseñarles con paciencia y tolerancia cuando se enfrenten al fracaso, animándolos a que cada día lo hagan mejor. Lo que sí tenemos que hacer es capacitarlos, escucharlos y acompañarlos, eso los dotará de herramientas para defenderse en la vida.

*Claudia Amador Escudero, licenciada en Psicología, maestra en Psicoterapia Psicoanalítica y doctorante de Psicoanálisis en ELEIA. Se desempeña como coordinadora de “Somos Tu Familia” en Cenyeliztli A.C. y como psicoterapeuta de la Clínica Anáhuac Cenyeliztli.

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El Centro Psicopedagógico Anáhuac, integrado por la Clínica Anáhuac Cenyeliztli, la Coordinación de Orientación Vocacional Anáhuac y el Programa de Apoyo al Estudiante (PAE) de nuestra Universidad, tiene como misión atender y mejorar la salud mental de alumnos, profesores, personal administrativo, egresados y público en general. Trabaja en favor de la salud y del bienestar de las personas y familias mexicanas en proyectos formativos, de intervención y de servicio a la sociedad.