¿La pandemia significó un retroceso en responsabilidad social y sostenibilidad?

A través de una entrevista, el director del Centro IDEARSE, el maestro Jorge Reyes Iturbide, habló sobre la labor que tienen las empresas, los individuos y el gobierno para atender los temas medulares de las agendas en esta materia.

Entrevistado en el programa Amplitud Universitaria de Radio Anáhuac y con motivo de los 10 años consecutivos en que nuestra Universidad ha recibido el Distintivo Empresa Socialmente Responsable (ESR) que otorga el Centro Mexicano para la Filantropía A.C. (Cemefi), el director del Centro IDEARSE de la Facultad de Responsabilidad Social, maestro Jorge Reyes Iturbide, habló sobre las repercusiones que la pandemia de COVID-19 ha tenido en temas relacionados con la responsabilidad social y la sostenibilidad.

El también coordinador del Comité de Responsabilidad Social Universitaria y Sustentabilidad señaló que debido a la situación sanitaria que afectó a gran parte del planeta, en la agenda de las instituciones y organizaciones, algunos temas sobre responsabilidad social tomaron mayor relevancia que otros.

“La afectación económica, el impacto social derivado de las medidas para evitar contagios, el factor salud de la población, entre otros, fueron el foco de atención no solo de los actores sociales (empresas e individuos), sino también del sector gobierno”, explicó Reyes Iturbide, y agregó que se enfocaron mucho en temas relacionados con balance vida familiar-vida profesional a raíz del teletrabajo, así como en la ciberseguridad tanto en los espacios de trabajo como en el hogar, esto para evitar vulnerabilidades.

No obstante, dejó claro que, desde la sociedad organizada, con el apoyo de instituciones públicas y privadas, se impulsaron campañas de apoyo a los proveedores locales y al pequeño comerciante, así como a los esquemas de comercio justo. 

“Con el objetivo de fomentar la reactivación económica, se volteó a ver al pequeño productor y a las cadenas de valor de las empresas para analizar la manera de ayudar a aquellas personas que están en una situación difícil o de vulnerabilidad, pero, sobre todo, la atención se centró en temas relacionados con la salud de los colaboradores, tanto física como emocional”, precisó el director de IDEARSE, quien además recordó que estos han sido los grandes temas que durante la pandemia retomaron fuerza y ocuparon los reflectores, dejando a un lado aquellos relacionados con el medio ambiente.

“Cuando dejan de operar fábricas o instalaciones es lógico que hay un menor consumo de electricidad, energía, agua y otros recursos, además la contaminación disminuye ya que la cantidad de desplazamientos es menor. Aunque existe una aparente mejoría ambiental, esta es temporal por el cese de actividades, pero eventualmente, cuando se retomen las actividades presenciales, los índices volverán a aumentar”, explicó.

Por ello, indicó que las empresas, así como los individuos y el mismo gobierno, deberán redoblar esfuerzos para atender los temas medulares de las agendas sobre responsabilidad social y sostenibilidad, sobre todo ahora que se ha evidenciado que estos aspectos son esenciales para una adecuada resiliencia. Más que un retroceso, dijo, “se trata de un área de oportunidad que podemos aprovechar con el paulatino regreso a las actividades presenciales y mantenerla en el centro de atención”. 

Asimismo, consideró que a ello hay que añadir que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha hecho diversos llamados a redoblar esfuerzos en torno a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), por el impacto negativo que el COVID-19 ha tenido en los avances que se llevaban, razón de sobra para sumar temas relacionados con responsabilidad social y sostenibilidad a la agenda de todo tipo de organizaciones.

Cabe señalar que la Universidad Anáhuac México cuenta con el Comité de Responsabilidad Social Universitaria y Sustentabilidad que desde 2011 trabaja en el diseño e implementación de acciones relacionadas con la responsabilidad social desde un ámbito universitario. 
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