Fast fashion, ¿qué es y cómo evitarlo con acciones simples?
Liderazgo Anáhuac en RSU y Sostenibilidad
La maestra Martha Elizalde, miembro del Comité de Responsabilidad Social Universitaria y Sostenibilidad, habló sobre fast fashion y cómo se le puede hacer frente mediante acciones sustentables.
La fast fashion o moda rápida es un concepto que cada vez toma más relevancia. Se trata de una tendencia que han adoptado muchas marcas de ropa y que se caracteriza por la producción rápida de prendas a bajo costo con el objetivo de satisfacer la demanda constante y cambiante del mercado.
A diferencia del pasado, cuando las marcas ofertaban sus colecciones una o dos veces al año, hoy prefieren modificar su oferta de productos al menos una vez al mes, y a fin de disminuir el costo que implica la constante producción de prendas, su calidad es menor y se descartan rápidamente, lo que a su vez genera gran cantidad de desperdicios.
El uso de materiales no reciclables y orgánicos, así como de tintas y otros productos poco amigables con el medioambiente, además de la producción en masa de prendas de bajo costa y las emisiones que se generan por el transporte de estas generan una gran cantidad de residuos y emisiones contaminantes. Pero no solo es la degradación de los ecosistemas y la destrucción de recursos naturales, sino también los sonados casos de explotación laboral y las miserables condiciones en que viven muchos de los maquiladores de las grandes marcas.
En entrevista en Amplitud Universitaria (que se transmite todos los miércoles a las 12:00 p.m. a través de Radio Anáhuac), la maestra Martha Elizalde Durán, docente de la Facultad de Responsabilidad Social y miembro del Comité de Responsabilidad Social Universitaria y Sostenibilidad, mencionó que este es un problema que se puede abordar desde diferentes perspectivas, una de ellas es el consumo excesivo al que estamos acostumbrados como seres humanos.
Ante esta compleja situación, la maestra Elizalde Durán recordó que en las nuevas generaciones existe sensibilidad por hacer frente al fast fashion, y prueba de ello es el interés que se tiene por usar ropa de segunda mano o intercambiar artículos mediante el trueque.
De este interés cada vez más crecientes entre los jóvenes y adultos se desprenden iniciativas que buscan evitar el descarte inmediato de productos, así como sus consecuencias medioambientales. Una de ellas es el upcycling (reciclaje), que busca crear un nuevo artículo a partir de la intervención de uno viejo, para luego venderlo a bajo costo o intercambiarlo por otros productos y, aunque suele hacerse con prendas, puede aplicar con artículos de oficina, joyerías, decoraciones, juguetes, etcétera.
Otra iniciativa es el clothing swap (intercambio de ropa), que surgió como una práctica entre chicas, pero que ahora se ha generalizado y consta en intercambiar, a manera de trueque, prendas del mismo valor para darle un mayor uso a las cosas.
Sobre este tema, Elizalde Durán explicó que en nuestra Universidad Anáhuac México ya se han realizado este tipo de iniciativas para intercambiar prendas en buen estado o para donarlas a comunidades vulnerables, esto con el apoyo de áreas como ASUA o la Dirección de Compromiso Social.
“Es importante sensibilizarnos sobre ‘usar menos y usar más’. Es decir, usar menos prendas y usarlas más tiempo para alargar su ciclo de vida y con ello evitar el constante desperdicio de prendas”, agregó.
La docente también reconoció que el fast fashion no es responsabilidad únicamente de las marcas, pues el consumidor también es responsable de caer en la dinámica del consumo excesivo, por lo que la primera gran acción para revertir dicha tendencia es informarse sobre las causas y los efectos de la moda rápida. Además, para lograr un verdadero impacto en este sentido es importante poner en acción las famosas cuatro “R” de la sustentabilidad:
• Reducir nuestro consumo en general y preguntarnos si realmente necesitamos aquello que estamos por comprar.
• Reutilizar nuestras prendas y darles una segunda vida mediante las acciones antes mencionadas.
• Reciclar, usar la creatividad y convertir un artículo en algo nuevo con un uso distinto y perdurable.
• Recuperar, si no se puede reutilizar o reciclar, podemos disponer responsablemente de los residuos de tal manera que estos, mediante procesos amigables, se puedan reciclar.
Otra “R” que propone Martha Elizalde es la de reparar, pues estamos acostumbrados a desechar algo solo por el hecho de que está roto o perdió color, cuando se puede reparar para agregarle más tiempo de vida.
Finalmente, hizo un llamado a generar acciones socialmente responsables como comprar prendas hechas con materiales reciclados y sostenibles, optar por marcas de moda responsables o prendas de calidad que duren más tiempo; donar las prendas usadas para su reutilización y prendas vintage o hechas a mano. Además, se pueden buscar opciones de alquiler de prendas para reducir el impacto de la producción en masa, como ya se ha visto con tiendas online, que se dedican a rentar vestidos para bodas o trajes para eventos especiales.
Más información:
Comité de Responsabilidad Social Universitaria y Sustentabilidad
anahuac.sustentable@anahuac.mx