¿Cómo emprender un negocio? Incubadora Universitaria

La Incubadora Universitaria de nuestra Universidad nos comparte un testimonio de éxito de la misma y nos invita a participar en su convocatoria 2021.

¿Cómo emprender un negocio? Incubadora Universitaria

Una de las principales dudas que uno tiene al momento de emprender un negocio es: ¿quién me podría ayudar a empezar con el pie derecho?

Al menos esa era la pregunta que tenía en la cabeza al iniciar mi proyecto “Todo Para Jardín”, el cual se especializa en la venta de productos de jardinería a través de una tienda online. Verán, yo estudié la Licenciatura en Dirección y Administración de Empresas y egresé en 2016. Así que tengo una formación profesional enfocada en empresas, administración y desarrollo. Pero aún con esa preparación, al momento de emprender surgen dudas específicas que solo alguien con experiencia previa en crear una empresa te puede solucionar.

Por suerte, al ser egresado y seguir en redes sociales el perfil de “Egresados Anáhuac” (el cual recomiendo mucho), pude ver la convocatoria de la Incubadora Universitaria de la Anáhuac. En ella te invitaban a postular tu proyecto en un formulario para que el comité pudiera verificarlo y, en caso de ser seleccionado, aceptarlo en el programa.

Tiempo después de postularme, recibí un correo que me generó mucha emoción, en donde se me comunicaba que había sido aceptado. Y aquí estamos, 5 meses después de recibir ese correo, con muchos aprendizajes y avances que considero importantísimos en mi proyecto.

Así, al estar en el último mes de mi participación en el programa de la Incubadora Universitaria, quiero aprovechar para compartir mi experiencia para que, todos aquellos emprendedores que estén considerando inscribirse, puedan tener una opinión sincera que proviene de alguien que ya tuvo la experiencia.

La estructura del programa de incubación
Una de las cosas que me animaron mucho fue el hecho de tener un periodo de “Pre-Incubación”, el cual no se me hizo ni muy largo, ni muy corto, sino con la duración ideal para aterrizar elementos clave que separan a “una idea” de “un proyecto”. Esto me resultó importante ya que, aunque tenía muy claras ciertas ideas de mi negocio, me resultó muy valioso aterrizarlas en papel y formalizarlas en formatos y estructuras desarrolladas por instituciones internacionales dedicadas al emprendimiento y análisis de negocios. Es decir, me hicieron seguir las buenas prácticas que estándares internacionales, lo que me dio claridad, estructura y sobre todo me ayudó a tener más confianza en las bases de mi proyecto antes de seguir desarrollando temas más avanzados.

Posteriormente, al terminar el proceso de Pre-Incubación, el comité de la Incubadora hace una valoración para validar los proyectos que hayan concluido satisfactoriamente este proceso y pasarlos a la Incubadora Universitaria. Cosa que se me hace muy sensata para evitar saltar pasos clave y asentar unas bases sólidas.

Ya estando en la Incubadora Universitaria, desde el inicio te piden plantear metas o indicadores (KPI) que serán tu medida de progreso dentro del programa. Esto genera un poco de estrés por que ya te estás comprometiendo a ciertos números y avances, así que por primera vez te estás enfrentando a una meta mensual. ¿Por qué genera estrés definir KPIs? Pues porque por primera vez desde que inicias tu emprendimiento, puedes tener un indicador que sea negativo, una meta que no estás cumpliendo y que puede ser un indicador de que tu negocio no va a ser rentable.

Todo lo anterior lo saben los mentores de la Incubadora Universitaria, así que te ayudan a entender que estás en desarrollo y que un indicador no cumplido no es muestra de un rotundo fracaso ni motivo de desánimo, sino que debe ser un motor para trabajar con mayor constancia y considerar replantear ciertas ideas que se tenían. Y, sobre todo, te recuerdan que un error es un aprendizaje valiosísimo.

La comunidad de emprendedores
Al momento de ingresar tanto a la “Pre-Incubadora” como a la Incubadora Universitaria, se crean cohortes o grupos en donde tendrás compañeros como en cualquier clase de la carrera.

Recuerdo mis días de estudiante de licenciatura en la Anáhuac y que en mis compañeros veía apoyo, amistad y un sentido de grupo que siempre me hizo valorar el sentido de comunidad que existe en la Universidad. Me da mucho gusto ver que este sentido de comunidad se traduce a la Incubadora Universitaria también, pero sobre todo me agrada ver que se genera un vínculo mayor.

¿Por qué creo que se hace más grande el vínculo? Porque en esta ocasión, además de aprender y trabajar juntos, hay de por medio los sueños de emprendimiento y futuro bienestar económico de cada uno de los participantes de la Incubadora Universitaria. Así que, si estás considerando formar parte de este proyecto, te aseguro que tendrás compañeros dispuestos a apoyarte y a darte retroalimentación honesta sobre tu proyecto.

Herramientas y expertos

Parte importante de lo que se busca al ingresar a una Incubadora Universitaria es el acceso a herramientas y expertos en materia financiera, legal, tecnológica o de mercadotecnia. En este aspecto se tienen constantes conferencias y asesorías grupales por parte de expertos, los cuales puedes contactar de manera individual por tu parte para afinar detalles, dudas o contratar sus servicios.

En conclusión, si estás considerando desarrollar un proyecto empresarial y buscas maximizar tus posibilidades de éxito y aprendizaje, te recomiendo ampliamente la Incubadora Universitaria. Como siempre, mientras más dedicación y esfuerzo le pongas a tu proyecto, mejores resultados tendrás.

Te invito a conocer mi proyecto en www.todoparajardin.com, el cual estará operando a partir de inicios del 2021. Espero que sea un digno representante de los egresados de este programa de Incubación que ofrece mi Alma Mater.

*Artículo de Lic. Aldo Roberto Azcoitia Arjona (Dirección y Administración de Empresas, gen. ´16).

Te invitamos a participar en la convocatoria 2021 de nuestra Incubadora Universitaria.