ASUA: 50 años de ayudar y tender la mano a México y al mundo

ASUA, Acción Social de la Universidad Anáhuac México, cumplió sus primeras cinco décadas de compromiso con quienes más lo necesitan y de ser un pilar de la formación integral de nuestros estudiantes.

Todo comienza con un sueño. ¿Cuántos corazones laten por las diferentes necesidades y causas? ¿Cuántas manos se prestan y están disponibles siempre para ayudar, crear, colaborar y fomentar proyectos de desarrollo social mediante el apoyo de toda la Comunidad Universitaria? Hoy, ese sueño involucra a incontables voluntarios que han pasado por Acción Social de la Universidad Anáhuac México (ASUA) dejando su huella en cada acción.
 

50 años se dicen fácil. Son 18,250 días de construir juntos este gran sueño que es ASUA, de pensar en el otro, de ser Líderes de Acción Positiva. Sin embargo, nada de esto hubiera sido posible sin el apoyo de todos quienes han pasado por este programa de voluntariado. Queremos dar las gracias a todos ellos por dar su sí y por creer en nosotros, por levantar la mano e iniciar esta gran aventura con todos los que forman y han formado parte de ASUA.

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Aquel pequeño grupo de alumnos que tuvo la iniciativa de formar este proyecto hoy puede sentirse orgulloso de los logros que se han alcanzado. Hoy, en este año de reconocimiento, colaboración y agradecimiento, miramos al pasado y nos preguntamos: ¿Qué hay detrás de la satisfacción de haber logrado lo que hemos hecho hasta ahora?

Todo comenzó en el verano de 1971, cuando un grupo de estudiantes de Psicología, Actuaría y Administración realizaron un viaje de voluntariado a Jantetelco, Morelos, mientras que un grupo de ingenieros del 3er, 4º y 5º semestre realizaban proyectos de acción social en las comunidades de San Antonio, Someyuca y el Molinito. Fue un año más tarde, en el verano de 1972, cuando estos dos grupos decidieron sumar esfuerzos y realizar un viaje a Nacajuca, Tabasco, donde la intervención y el trabajo en equipo darían diversos frutos.

Al regresar, con el corazón y la voluntad encendida, 26 estudiantes iniciaron esta gran historia llamada ASUA. Javier Medina Mora fue electo como su primer coordinador, pero al poco tiempo tomó otras responsabilidades y se nombró a Eduardo Robles Gil como coordinador general y a Félix Sánchez Soler como coordinador interno, quienes por dos periodos guiaron las labores de compromiso social de la Universidad.

Posteriormente, Rafael García de Alba y Héctor Borró Perales tomaron el timón de ASUA logrando alianzas y elaborando los estatutos que regularían el desarrollo de la acción social en la Anáhuac. En 1975, Rafael Couttolenc y Juan Ignacio Esteta tomaron la representación, como coordinador general y coordinador interno, respectivamente, reforzando los proyectos de voluntariado en colonias vulnerables cercanas al campus de Huixquilucan y las brigadas de atención en rancherías del estado de Quintana Roo, además de mantener las labores educativas con personal de la propia Universidad. Juan Ignacio y Tere Araiza comenzaron el desarrollo de un banco de sangre para apoyar a estudiantes y familiares directos que tuvieran alguna emergencia. Se montó una campaña de ayuda a damnificados para apoyar a nuestros hermanos guatemaltecos que habían sufrido los estragos de un gran terremoto. Al terminar el periodo, Emilio Grandio ocupó la coordinación general y, para ese entonces, ASUA contaba con más de 200 estudiantes de todas las carreras de la Universidad unidos con un solo fin: servir al prójimo.

En el verano de 1985, ASUA se fortaleció para alcanzar un trabajo multidisciplinario con todos los sectores de la Universidad. Se renovó la imagen y para fomentar la participación del alumnado se creó el coro ASUA, que grabó el primer disco donde destacó la canción “Regalaré una rosa a tu vida”. Llegó septiembre y con él, el terremoto del día 19. A muy pocos días del inicio de curso, Roberto Sánchez Mejorada, entonces presidente de la Federación de Sociedades de Alumnos (FESAL), motivado por Juan Ignacio Esteta, expresidente de ASUA y de FESAL, tomó un teléfono público dentro de la Universidad y llamó a José Gutiérrez Vivó, conductor del programa Monitor, para notificar que la Anáhuac sería centro de acopio. Esa misma llamada se transmitió al aire y al poco tiempo las filas de personas que llegaban a dejar víveres, ropa y medicina al campus Huixquilucan eran incalculables, convirtiendo a la Universidad en uno de los centros de acopio más importante de la Ciudad de México. Ese mismo año se organizaron eventos sociales y una premier para recaudar fondos que sirvieron para apoyar a niños de escasos recursos.

A partir de ese momento, el desarrollo del voluntariado Anáhuac recibió una sensibilización importante y se incrementó el trabajo en equipo para alcanzar objetivos en común con el pasar de los años.

Otro sismo, pero del 7 de septiembre de 2017 en Oaxaca, activó a la Universidad en el acopio de despensas para beneficiar a dicho estado, sin embargo, algo que se pensaba imposible de repetir se hizo realidad. El 19 de septiembre de 2017 un terremoto con una intensidad de 7.1 grados afectó a la Ciudad de México y diversos estados del país como Michoacán, Estado de México, Morelos y Guerrero. La reacción de la Comunidad Universitaria fue nuevamente incondicional.

Más de 15,000 voluntarios día y noche prepararon alimentos, y llevaron víveres a los hospitales y zonas afectadas en una entrega plena y con una coordinación ejemplar. De nueva cuenta, pero ahora tanto Campus Norte como Campus Sur, se convirtieron en centros de acopio, lo que permitió entregar decenas de toneladas de apoyo a diversas zonas de la Ciudad de México y del estado de Morelos. Además, se instaló una unidad remota médica en la colonia Condesa de la Ciudad de México, lo que permitió brindar atención médica gratuita y en donde el liderazgo de acción positiva nuevamente se hizo presente.

En marzo de 2020, la crisis generada por la pandemia de la COVID-19 afectó de manera significativa a todo el mundo y los voluntarios de ASUA brindaron compromiso poniendo sus conocimientos técnicos al servicio de los pacientes contagiados por coronavirus, sus familiares y los profesionales de la salud que enfrentaron la batalla, mediante tecnología de bajo costo y de alto impacto. Con la impresión de objetos 3D, como caretas, laringoscopios y sujetadores de cubrebocas, se contribuyó a cuidar la salud y prevenir contagios fabricando cerca de 10,000 piezas que llegaron a más de 50 hospitales y centros de salud del país.

A lo largo de estos años, ASUA se ha consolidado dentro de la Red de Universidades Anáhuac (RUA), ya que todos los campus del territorio nacional cuentan con alumnos, representantes y proyectos concretos de voluntariado y acción social.

¿Qué implica cumplir un sueño? Significa seguir creciendo, seguir generando desarrollo social y seguir con la playera naranja bien puesta; significa seguir formando hombres y mujeres comprometidos con ayudar en México y el mundo. Somos ASUA y vamos por más.

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ASUA es felicidad. ASUA es crecimiento. ASUA es pasión. ASUA es amistad. ASUA es todo. ASUA es algo que no tiene suficientes adjetivos calificativos para describir. ASUA es empatía, solidaridad y ayuda. ASUA es trascendencia. ASUA es impacto. ASUA es magia. ASUA es satisfacción. ASUA te da la satisfacción de tocar la vida de las personas. ASUA es un antes y un después. ASUA es servir. ASUA es amor.

50 años en cifras:

• ASUA cuenta con 32 presidencias y 20 embajadores en ambos campus.
• Representación bicampus en el 100 % de las escuelas y facultades. 
• Los proyectos en ASUA permiten medir el impacto social y generar una transformación de la realidad. 
• Está conformado por estudiantes, profesores, administrativos y egresados trabajando en pro del bien común. 
• Cada semestre más de 4,000 estudiantes se involucran como voluntarios.
• Más de 300 proyectos e iniciativas de compromiso social al semestre. 
• Más de 25,000 árboles plantados.
• Más de 130 hogares construidos para personas de escasos recursos. 
• Brigadas internacionales a Haití, China, Perú, Kenia, India, Costa Rica, Tailandia y Colombia.
• Respuesta humanitaria en más de 20 desastres naturales realizando un acopio de más de 350 toneladas.
• Más de un millón de personas beneficiadas con los proyectos ASUA.
• Atención médica integral a más de 8,500 pacientes.

Este reportaje forma parte del más reciente número de la revista LOGROS.
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