En la búsqueda de un equilibrio armonioso entre sociedad, progreso económico y preservación del medioambiente, el desarrollo sostenible se erige como un paradigma esencial para enfrentar los desafíos contemporáneos.
El Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 11 es uno de los 17 objetivos adoptados por la Asamblea General de las Naciones Unidas como parte de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible enfocado en “Ciudades y Comunidades Sostenibles” y el transporte es un componente esencial para su logro, ya que resalta la importancia de abordar los desafíos de movilidad de manera integral para construir un futuro urbano más sostenible.
Alrededor de 166.6 millones de personas se trasladan por los distintos medios de transporte público en zonas del Estado de México y en la Ciudad de México, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) del mes de junio de 2023. El Sistema de Transporte Colectivo Metro es el más utilizado con 93 millones de pasajeros, seguido del Metrobús y la Red de Transporte de Pasajeros (RTP) con 35 y 11 millones de pasajeros, respectivamente.
Como podemos observar, el transporte público es un servicio esencial para las ciudades, ya que permite a las personas desplazarse de forma eficiente y sostenible. Sin embargo, también enfrenta una serie de desafíos que deben ser abordados para mejorar su calidad y accesibilidad. Aunque hay un esfuerzo constante para mejorarlo, algunas ciudades enfrentan grandes retos como la congestión del tráfico y la falta de mantenimiento de infraestructuras, lo que puede afectar la eficiencia del sistema.
La transición hacia formas de movilidad más respetuosas con el medioambiente implica la reducción de emisiones contaminantes, la eficiencia energética y la promoción de opciones de transporte público y compartido. Así, la movilidad sostenible no solo busca minimizar el impacto ambiental de los desplazamientos, sino también mejorar la accesibilidad y la equidad en el acceso a los servicios de transporte.
A continuación, mencionamos algunos tipos de transporte sostenible y las ventajas de su uso (Eterovic, Alterini, Lohigorry, & Blanco, 2022); (Quintero & Quintero, 2015); (Pozueta, 2000):
Público: autobuses, trenes, tranvías y metros que proporcionan servicios de transporte compartido y eficiente. Reduce la congestión del tráfico y las emisiones por persona al fomentar el uso compartido de vehículos.
Ciclismo: el uso de bicicletas como medio de transporte. No emite gases contaminantes, promueve la actividad física y es un medio eficiente en distancias cortas.
Vehículos eléctricos: incluye automóviles, bicicletas, scooters y autobuses impulsados por motores eléctricos. Reducción de emisiones locales y dependencia de combustibles fósiles; su sostenibilidad depende de la fuente de energía utilizada para cargar las baterías.
Caminata: el desplazamiento a pie como forma principal de transporte. Cero emisiones, promueve la salud y es especialmente sostenible para distancias cortas.
Movilidad compartida: comprende servicios como carpooling, ridesharing y alquiler de vehículos compartidos. Optimiza el uso de vehículos, reduce la necesidad de posesión individual de automóviles y disminuye la congestión urbana.
Transporte por cable (teleféricos o funiculares): sistemas de transporte que utilizan cables y poleas. Pueden ser opciones eficientes y bajas en emisiones, especialmente en áreas montañosas o urbanas con topografías complejas.
Transporte inteligente: uso de tecnologías de la información para mejorar la eficiencia del transporte, como la gestión del tráfico, el estacionamiento inteligente y las aplicaciones de movilidad. Contribuye a una planificación más eficiente y reduce la congestión, mejorando así la sostenibilidad.
Vehículos de hidrógeno: utilizan celdas de combustible de hidrógeno para propulsión. Emiten solo agua cuando se utilizan y su sostenibilidad depende de cómo se produce el hidrógeno.
A pesar de los beneficios evidentes, el transporte sostenible enfrenta varios retos que pueden dificultar su implementación y adopción a nivel global, por ello, integrar responsabilidad social en dicho ámbito implica un compromiso continuo con prácticas que beneficien no solo a las organizaciones en sí, sino también a la sociedad y al medioambiente en general.
Derivado del punto anterior, es relevante destacar la importancia de la mitigación y adaptación, ya que son complementarias y esenciales en un modelo de traslado de bajo consumo de carbono. Mientras que la mitigación aborda las causas fundamentales del cambio climático, la adaptación se enfoca en la preparación y la gestión de los impactos ya presentes o inevitables. Ambas estrategias son cruciales para construir un futuro más sostenible y resiliente frente al cambio climático. En esta ecuación las decisiones individuales y colectivas en el ámbito del transporte no solo moldean el presente, sino que también definen el legado que dejaremos a las generaciones futuras.
La responsabilidad social y el transporte sostenible son dos caras de la misma moneda, y una de ellas paga dividendos en la forma de aire más limpio, comunidades más vibrantes y un planeta más saludable. A medida que el compromiso por implementar cambios tangibles y el fomento de una cultura de movilidad sostenible sea mayor, el resultado brindará una innovación que ayude a crear sistemas de transporte más eficientes y respetuosos con el entorno.
La planificación urbana consciente y la colaboración público-privada son clave para superar obstáculos y transformar la movilidad actual, contribuyendo así a un mundo más sostenible y equitativo para todos.
Bibliografía:
Eterovic, J., Alterini, F., Lohigorry, A., & Blanco, G. (2022). Hidrógeno verde: una oportunidad sustentable para el transporte. Revista Digital del Departamento de Ingeniería e Investigaciones Tecnológicas de la Universidad Nacional de la Matanza, 7.
INEGI. (15 de agosto de 2023). https://www.inegi.org.mx/contenidos/programas/transporteurbano/doc/ETUP2023_08.pdf. Recuperado el noviembre de 2023, de https://www.inegi.org.mx.
Pozueta, J. (2000). Movilidad y planeamiento sostenible (Vol. 30). Cuadernos de Investigación Urbanística.
Quintero, J., & Quintero, L. (2015). El transporte sostenible y su papel en el desarrollo del medio ambiente urbano. Revista Ingeniería y Región, 14, 87-97.
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La Dra. Lorena Miranda Navarro es Contador Público por la ESCA, cuenta con una Maestría en Finanzas y un Doctorado en Innovación y Responsabilidad Social por la Universidad Anáhuac México, donde Coordina el Centro Latinoamericano de Responsabilidad Social (CLARES) de la Facultad de Responsabilidad Social.
Durante 14 años se desempeñó en el sector financiero y en la academia ha participado en diversos congresos y proyectos de investigación.
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Facultad de Responsabilidad Social
Dra. Lorena Miranda Navarro