Con el propósito de estimar el efecto de la pandemia del COVID-19 en el empleo formal en México llevamos a cabo una investigación en colaboración entre la Dra. Lauren Hoehn Velasco, de la Georgia State University; el Dr. Adán Silverio Murillo, del Tecnológico de Monterrey; y el Dr. Jose Roberto Balmori de la Miyar, por parte de la Universidad Anáhuac México. Esta investigación se encuentra disponible en la revista científica Journal of Economics and Business, bajo el título "The long downturn: the impact of the great lockdown on formal employment". Dicha revista publica artículos de vanguardia en temas de economía, finanzas corporativas, instituciones financieras y mercados financieros.
La metodología que empleamos consistió en dos modelos econométricos: diferencias-en-diferencias y un estudio de eventos. Estos últimos modelos están a la vanguardia en el campo de la Economía, ya que permiten inferir causalidad sobre ciertos supuestos de exogeniedad y en ciertas condiciones. Para aplicar estos modelos se requiere de datos panel con información sobre los mismos sujetos en varios años.
Para cumplir con el objetivo del estudio, usamos datos provenientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el cual contiene el empleo formal para todas las empresas privadas del país. Específicamente, recolectamos los datos para el 2019 y 2020, ya que el 2019 sirve como año control para hacer la comparación con el año donde se propagó el virus, 2020, y entonces poder medir los efectos de la pandemia en el empleo formal. Esta base de datos pública contiene información sobre el empleo formal en México por edad, sexo, tamaño de compañía, salario, sector económico y jurisdicción.
El caso de México es interesante para el mundo, y para la comunidad científica en particular, por diferentes razones. En primer lugar, México no siguió una política fiscal contra-cíclica en donde el gobierno debería ayudar a los agentes económicos en momentos críticos, económicamente hablando. El apoyo brindado a las empresas y a los trabajadores en época de pandemia fue prácticamente nulo en el 2020 para nuestro país. Esto contrasta con las políticas de países desarrollados e inclusos de países latinoamericanos. En segundo plano, México tiene un mercado laboral sobre-regulado, con muchos requisitos que los patrones deben de cumplir para poder emplear o despedir trabajadores legalmente. Por último, el sector formal en México está más concentrado en sectores que impiden el trabajo desde casa. Propiamente hablando, muchos de los empleos formales están en los sectores de manufactura y construcción.
Los resultados de este estudio demuestran que el empleo formal disminuyó un 5% hasta noviembre del 2020, aunque la pérdida de empleos formales fue incluso mayor en meses anteriores. A lo largo de la pandemia, muchos de estos empleos formales se recuperaron; en especial después de agosto del 2020. La mayor parte de los empleos recuperados fue para hombres, mientras que el empleo en mujeres permaneció sin ninguna recuperación hasta noviembre del 2020.
Dentro de nuestros resultados se encuentran efectos heterogéneos para diferentes poblaciones y agentes económicos. Por un lado, los trabajadores más jóvenes (de 15 a 29 años) fueron los que enfrentaron más despidos durante el confinamiento. Sin embargo, a medida que las reglas de confinamiento se relajaron, los trabajadores más viejos (60 años o más) fueron los que no pudieron recuperar sus empleos en el sector privado formal. En cuanto a salario concierne, los asalariados en los extremos, esos que ganan solo un salario mínimo y esos que ganan 5 o más salarios mínimos, fueron los que más se vieron afectados por la crisis económica derivada del confinamiento. No obstante, la recuperación en los empleos formales solo ha sido para el extremo con mayor salario; es decir, para los trabajadores que ganan 5 o más salarios mínimos.
Por otro lado, las empresas formales que más han sido afectadas son las que se encuentran en medio de la distribución por tamaño. En otras palabras, las pequeñas (6 a 50 trabajadores) y medianas (51 a 250 trabajadores) empresas, son las que se han visto más mermadas por la pandemia. Mientras tanto, las micro (menos de 5 trabajadores) y las grandes (más de 250 trabajadores) empresas, son las que han sorteado mejor la situación económica y por tanto se han recuperado más rápidamente. Asimismo, los sectores económicos de agricultura, minería y electricidad son los que menos se han visto afectados por la pandemia en cuanto a empleo se refiere. Mientras que los empleos en la industria de la construcción, así como servicios turísticos, son los que más han sufrido la crisis económica.
Muchos de estos resultados se han concentrado en regiones del país que han disminuido su movilidad drásticamente, tales como la zona metropolitana de la Ciudad de México. Esto supone que la falta de actividad económica, más que el riesgo de contagio, fue lo que ocasionó una perdida drástica en el empleo formal. Dado a que muchas de estas empresas han desaparecido después de un año de pandemia, es probable que la recesión laboral sea muy larga, tal y como lo sugiere el título de este artículo científico.
Dr. Jose Roberto Balmori de la Miyar, profesor investigador y Director de licenciaturas de la Facultad de Economía y Negocios, Universidad Anáhuac México.
Más información:
Dirección de Investigación
Andrea Pérez Roldán
andrea.perezro@anahuac.mx