Con miras a construir un porvenir compartido, reflexionar sobre el bien común es un elemento irrenunciable como parte de un trabajo multidisciplinario cuando se realiza con una orientación a la dignidad de la persona humana.
En tiempos de las “palabras moda” (como las denominaba el semiólogo francés Roland Barthes) que se repiten al infinito sin considerar los sentidos y los compromisos subyacentes, principios como “solidaridad”, “subsidiariedad”, “destino universal de los bienes”, “sostenibilidad” y, desde luego, “bien común”, son en realidad un imperativo para atender a fondo la problemática contemporánea y generar propuestas comunitarias con posibilidades de futuro.
La búsqueda dinámica del bien común refleja entonces la suma de distintos bienes comunes, una mirada que va más allá de particularidades físicas o de derechos humanos de segundo orden, pues requiere del reconocimiento de las diferencias sociales en términos de justicia retributiva. Es decir, pone como horizonte la reconstrucción social de la mano de una atención franca a las necesidades de los grupos vulnerables.
Subsanar las deudas sociales requiere un compromiso de fondo, una verdadera conversión epistemológica, que permita recuperar un fin mayor: el bien común que se manifiesta como utopía que impulsa a seguir avanzando en comunidad. Esto no es simple idealismo o cumplimiento con ciertas normatividades, sino el fomento de la cultura del encuentro y de la vivencia humanitaria desde las periferias.
Con ello en mente, el Instituto Promotor del Bien Común de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, ha generado una serie de encuentros de investigación y acción para puntualizar el concepto e impulsar la transformación social. Así, han difundido las posibilidades de entender al bien común a través de una matriz que refleja la forma de interacción de la libertad de agencia, la humanidad de nuestra convivencia, la justicia, la estabilidad y la gobernanza. A este esfuerzo se ha sumado el Centro Anáhuac de Pensamiento Social Cristiano, de la Facultad de Responsabilidad Social, a través de su seminario de investigación sobre deudas sociales, bienes comunes y responsabilidad social empresarial.
Reconstruir la realidad requiere de alianzas y de compromisos de múltiples agentes sociales. La sobrevivencia de la persona humana está en riesgo. Las deudas sociales anulan las esperanzas. La reflexión y la actuación es urgente. Es un llamado a trabajar por la utopía: una sociedad justa centrada en la dignidad y la trascendencia.
Dr. José Antonio Forzán Gómez, Coordinador del Centro Anáhuac de Pensamiento Social Cristiano, Coordinador de la Maestría en Responsabilidad Social e investigador de la Universidad Anáhuac México, Facultad de Responsabilidad Social.
Más información:
“Utopía y construcción del sentido del bien común” en Nebel, Mathias. (Ed.) (2020) Generar un porvenir compartido. Cómo crear dinámicas de bien común en México. México: Tirant lo Blanch.
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Dirección de Investigación
Andrea Pérez Roldán
andrea.perezro@anahuac.mx
