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Alimentos mexicanos ancestrales: ricos y saludables

Alimentos mexicanos ancestrales: ricos y saludables

México es un país con gran arraigo al consumo de sus alimentos ancestrales. Muchos de ellos están presentes en el día a día de la dieta del mexicano y, por ello, pueden ejercer un papel fundamental en su nutrición. La cocina en el México contemporáneo es mestiza, resultado de la fusión de dos elementos principales: la cultura del maíz, como ingrediente prehispánico principal, y la elemental cocina española. En la actualidad, ha resurgido el interés por los llamados patrones de alimentación denominados tradicionales, entre otros aspectos por su alto valor nutrimental, su accesibilidad, sustentabilidad e, incluso, potencial bioactivo. Este último se refiere a la capacidad de los alimentos de modular rutas moleculares que permitan prevenir y/o tratar ciertas enfermedades. 

En el artículo Traditional Mexican foods as functional agents in the treatment of cardiometabolic risk factors presentamos una revisión que tuvo como objetivo destacar la importancia del consumo de algunos de los alimentos de la dieta tradicional mexicana como parte de un abordaje preventivo de factores de riesgo cardiometabólicos, como pueden ser el control de lípidos, metabolismo de hidratos de carbono, inflamación e, incluso, obesidad. 

El frijol, junto con el maíz, están presentes en un sinfín de preparaciones cotidianas. Entre los bioactivos del frijol destacan los fenoles, antocianinas, taninos, flavonoides, lectinas, ácido fítico y oligosacáridos, mientras que en el maíz pigmentado se encuentran ácidos fenólicos, antocianinas y carotenoides principalmente. Algunos de los beneficios documentados en ensayos clínicos muestran un papel antioxidante, anticancerígeno y de regulación homeostática de la glucemia. Este último efecto también se ha reportado para el nopal, siendo identificados la fibra, polifenoles y prebióticos como sus principales agentes bioactivos. 

De la misma manera, se han descrito polifenoles y carotenoides como moduladores metabólicos en diferentes clases de chiles mexicanos. Los capsaicinoides son capaces de actuar como antioxidantes de radicales a los que se suman flavonoides, fenoles, alcaloides y vitaminas. De manera terapéutica, la capsaicina es el más estudiado de todos: se ha relacionado con aspectos de termorregulación, analgesia para tratamiento de neuralgias y neuropatías y, más recientemente, como una alternativa de tratamiento para artritis reumatoide, neuropatía crónica y dolor musculoesquelético en ensayos clínicos fase III.

Finalmente, quizá uno de los alimentos con mayor referencia en la historia de México es el cacao. Fueron los mayas los encargados de dar a conocer el cacao al pueblo azteca, el cual a su vez adoptó su cultivo y se popularizó su consumo en forma de una bebida hecha de cacao molido, agua y miel conocida como xocolatl (agua espumosa o amarga, en náhuatl). El xocolatl era considerada una bebida de los dioses, de ahí su nombre científico theobroma cacao: theo (dios) broma (alimento) cacao. El cacao se considera un alimento con gran capacidad antioxidante, debido en gran medida a la presencia de flavonoides. Destaca la epicatequina como el flavonoide con mejores resultados cardiovasculares al presentar la mayor capacidad de dilatación arterial. Además, se ha demostrado que la epicatequina disminuye de manera significativa los niveles de fructosamina, triglicéridos y proteína C reactiva ultrasensible, así como potencia la ganancia de masa muscular y la pérdida de tejido adiposo. 

En conclusión, México representa uno de los países con mayor diversidad de botánica a nivel mundial, lo que representa una excelente fuente de recursos de potenciales nutracéuticos. Es importante señalar que los estudios realizados en este tipo de alimentos responden también a la necesidad creciente de sustentabilidad en la investigación. Ejemplo de ello es el uso de la cáscara de cacao, la cual tradicionalmente se había concebido como un producto de desecho y que ahora se ha revalorizado gracias a su gran contenido de flavonoides. Esto representa una oportunidad de aprovechamiento dirigido a una política de no desperdicio de los alimentos o zerowaste, cada vez más importante a nivel mundial.

Mtra. Fabiola Escalante Araiza, egresada del Doctorado en Nutrición clínica y profesora de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Anáhuac México.

Dra. Gabriela Gutiérrez Salmeán, investigadora de la Universidad Anáhuac México, Facultad de Ciencias de la Salud. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores de CONACYT.

Referencia del artículo: Escalante-Araiza F, Gutiérrez-Salmeán G. Traditional Mexican foods as functional agents in the treatment of cardiometabolic risk factors. Crit Rev Food Sci Nutr 2021; 61(8): 1353-64. https://doi.org/10.1080/10408398.2020.1758028 


 

Más información:
Dirección de Investigación 
Andrea Pérez Roldán 
andrea.perezro@anahuac.mx