Resumen
Una organización se distingue por estar conformada por un grupo de personas que comparten una serie de necesidades, expectativas y visiones, por lo que tienen en común la necesidad de integrarse para llegar a un objetivo o meta deseada; además, saben que requieren la aportación constante de cada integrante. En este sentido, la organización se genera a partir de la vinculación de personas que comparten una visión de futuro y el deseo de formar una comunidad (Llano, 1997), donde se respeta por igual a cada integrante, se comulga con valores y se coincide con aspectos claves para la convivencia, como creencias y actitudes (García y Dolan, 1997); todo lo anterior, al tiempo que se busca el bienestar de quienes conforman la comunidad (Sánchez-García, 2016). Sin embargo, es importante destacar que la esencia de la integración de esta comunidad, llamada organización, está en la comunicación, sin la cual no es posible entender su existencia ni su permanencia en el tiempo. La idea de una organización conformada por personas implica recuperar nociones fundamentales para la realización de la comunicación, tales como responsabilidad, sentido de trascendencia, bien común, entre otras. Las diferentes experiencias son una riqueza que complementa la comunidad de personas, si hay mecanismos adecuados para el diálogo. Así, la comunicación abierta juega un papel fundamental en la constitución de una organización. Es como el hilo que une las piezas, la clave para que el sistema funcione se llama comunicación. El objetivo de este capítulo es presentar una reflexión sobre el papel nodal de la comunicación como elemento constitutivo de la organización en el ámbito digital, así como las categorías que permiten su medición a la luz de diseños metodológicos previos. Dichos diseños son la teoría del lenguaje como acto performativo (Austin, 1991), la estructura del lenguaje (Lacan, 2003; Watzlawick et al., 2011) que genera presencia, la interacción en el ámbito interpersonal (Garza, 2009), la medición de identidad, imagen y reputación en el ámbito digital (Arévalo, 2014), la interacción en la comunicación organizacional digital y el liderazgo en la comunicación organizacional digital (Arévalo, 2019; Arévalo y Del Prado, 2021). Al final de esta reflexión, se integra la visión ética y la importancia de la centralidad de la persona en la comunicación organizacional digital por ser elementos que tanto posibilitan la creación de comunidad como propician el contexto necesario para generar una verdadera participación.