Resumen
La conservación de la diversidad biocultural, que implica las relaciones culturales entre las poblaciones humanas y su entorno ecológico, se ha planteado como un modelo cuyo componente principal es el manejo diversificado de los recursos naturales. Un sistema productivo diversificado y deseablemente sustentable establece las condiciones para la preservación de los recursos que proveen vida y bienestar, a la vez que permite a las sociedades poner en valor la necesidad de permanencia de los conocimientos asociado a la producción y transformación de sus alimentos. Al adentrarnos en la problemática de la producción de alimentos es posible percibir dos paradigmas vigentes, uno dedicado al aseguramiento de la supervivencia y la nutrición de una población relacionado con el comercio y los mercados, conocido como Seguridad Alimentaria, y otro al aseguramiento del derecho y la capacidad de cada grupo humano para producir sus alimentos en suficiencia y de acuerdo con sus propios y tradicionales procedimientos, cultura, insumos y significados, conocido como Soberanía Alimentaria. Para abordar una problemática tan compleja y multidimensional, se propone el reconocimiento de la cadena de valor alimentaria, el respeto y valoración de los conocimientos tradicionales ligados al campo y la búsqueda de la sustentabilidad en sus tres niveles: social, ecológico y económico.