Resumen
El 31 de enero de 1824 se aprobó el Acta Constitutiva de la Federación Mexicana, norma fundante básica del sistema jurídico nacional. Esto fue así debido a que todas las normas propiamente mexicanas, incluida la mismísima Constitución de 1824, encontraron en ella su fundamento de validez. Por ello, es posible sostener que la legitimidad del sistema federal mexicano contemporáneo tiene su origen en los documentos expedidos en 1824. De esta forma, el Acta Constitutiva de la Federación Mexicana de 1824, con sus continuidades y cambios producto de diversos impulsos modificadores del derecho, se convierte en una especie de “supra” norma fundante básica que le otorga legitimidad a todo el sistema federal mexicano, y sus diferentes ordenamientos constitucionales (1847, 1857, 1917) que abarcan desde 1824 hasta el presente.
