Vivimos tan cómodos en nuestra vida cotidiana que a veces no nos ponemos a pensar qué pasaría si no las tuviéramos o si nuestra vida cambiara un poco el orden que tiene. Es por ello, que cuando te vas de intercambio, aprendes a ser independiente y a resolver problemas de manera rápida. Es una experiencia que te abre la mente y lo más importante, te deja amistades que no olvidarás nunca. ¡Atrévete!