Pasar al contenido principal
Julio - Diciembre 2018
América Ferrero

En la actualidad, tener una maestría o un doctorado se ha convertido en una necesidad debido a los requisitos que demandan las empresas para realizar alguna contratación de personal. Es por esto, que entre más preparación académica se tenga, habrá mayor posibilidad de conseguir un trabajo digno. Para alcanzar esta preparación completa, es decir un doctorado, se necesitan mínimo 25 años; según el Banco Mundial, los datos del 2016, arrojaron una esperanza de vida de 72 años, que equivale al 35% de una vida, mientras que el INEGI, en el mismo año, estimó que un mexicano promedio vive 75 años, correspondiendo a un 33% de una vida para completar dicha preparación.

Un estudiante claramente no puede desarrollarse solo, un maestro es esencial para este crecimiento y muchas veces, esta relación es la que más perjudica en él. Supongamos que, por cada año escolar, existen dos maestros, esto quiere decir que, en esos 25 años de vida, el estudiante convive mínimo con 50 maestros, con personalidades, pensamientos y métodos de enseñanza distintos ¿por qué será importante que el educador logré una vinculación con el estudiante?

Durante estos 25 años de convivencia mutua, la influencia que ejercen los maestros sobre los alumnos es muy grande. En el artículo “La interacción maestro-alumno y su relación con el aprendizaje” (2004), de Patricia Covarrubias junto con María Magdalena, mencionan que las cualidades que más afectan la relación educativa y el desarrollo estudiantil, se enlazan con la personalidad o con las actitudes que muestran los maestros en el aula. Inclusive el estudiante puede llegar a imitar tales comportamientos, tanto buenos como malos. Por el lado positivo, el alumno llega a ver a su maestro, como un modelo a seguir, incitando un ambiente de confianza. Existen ocasiones, en las que los mismos maestros son los que hacen bullying a los estudiantes, un comportamiento que cualquier joven a plena pubertad, puede llegar a aprender y a imitar, es por esto, que debe existir un desenvolvimiento adecuado de conducta por parte del educador.

Crear las condiciones necesarias para un buen desarrollo cognitivo, no basta con los métodos de aprendizaje diseñados. Paulo Freire, definió un proceso-aprendizaje en su libro “Pedagogía del oprimido” (1976), en donde menciona que el maestro debe lograr una relación dialéctica, propiciando el interés y la motivación suficiente para lograr que el alumno participe. Por lo tanto, no es solo enseñar, sino ayudar a aprender, comunicándose con los alumnos. Muchos maestros, cometen el error, de solo establecer una relación de trabajo. Franceso Petrarca, dijo que el hombre es un ser integral, esto quiere decir, que es un ser cognitivo, emocional y consta de una voluntad, por lo tanto, el hombre este hecho para sentir y para pensar, no solo para trabajar. Existen muchísimos métodos como el de Paulo Freire, que enseñan a llevar una buena relación con el estudiante, obteniendo buenos resultados en el aprendizaje.

El salón de clases, sin duda es el primer medio donde el docente y el alumno establecen una relación, puede ser buena o mala. Y como toda relación humana, se ve afectada por distintas causas, desde el entorno hasta las personalidades de los involucrados. Pero la relación profesor-alumno, es muy diferente a cualquier otra relación interpersonal, ya que al principio no existe una simpatía mutua, si no que se establece a partir de una diferencia de poder. Michel Foucault, en su obra “Vigilar

y Castigar” (1975), menciona que todas las personas ejercen poder sobre otros, causando relaciones de dominación y control. El docente, debe de saber manejar esta dominación, sin excederse, ya que el esta para enseñar, no para imponer o dominar, pero siempre debe de existir un respeto, por la diferencia de conocimiento y experiencia. Si el maestro empieza a imponer una autoridad exagerada, el alumno actual, se hostigaría causando un ambiente no apto para desenvolverse.

Uno de los problemas, que creo yo perjudica mucho la convivencia dentro del salón de clases, es el favoritismo. Cada persona es única, Boecio, un filósofo italiano, lo reafirma en su libro “Sobre la persona y las dos naturalezas” (480-524), explicando que cada ser humano posee cualidades diferentes, es por eso que el maestro debe ser capaz de poder acoplarse a ciertas personalidades, que sean distintas a la suya. El hombre al ser perteneciente a una comunidad, vive en una continua convivencia, en la que hay personas que posiblemente no se acomoden con nuestros propios interéses o gustos, así como lo dice Thomas Hobbes en su libro “Leviatán” (1651). El favoritísimo implica, tener cierta preferencia sobre unos, brindándoles ciertos beneficios. No es favorecer a algunos, si no, ayudar a todos por igual, sin importar gustos, o personalidad, ya que el favoritismo en una clase de discriminación. Al no existir, implica un aprendizaje y desarrollo equitativo por parte del maestro.

El libro, llamado “Historia y conciencia” (1923), por Georgy Luckacs, explica, que la burguesía es incapaz de lograr un cambio, ya que establecen un salario donde los trabajadores no puedan progresar de su clase social ¿En que se relaciona lo anterior con lo visto en este ensayo? Sencillo, actualmente existe un pensamiento conservador por parte de los profesores, en el que le dan muchísima importancia a la calificación. Un número, donde se ve reflejada la responsabilidad, mas no la inteligencia, ya que, cada estudiante entiende de manera distinta, y el hecho de que el educador de tanto énfasis en que sacar 10 es mejor, hay personas que no lograr acoplarse a este método, llegando a pensar que no son buenos en nada, o que la vida estudiantil no es para ellos. Es necesario, conocer cuales son las cualidades de cada estudiante, para de esta manera saber como enseñar y así puedan aprender mejor.

El maestro, es una persona que influye muchísimo en la vida de un estudiante, desde su forma de ser, de pensar, o inclusive puede influir en la decisión de su carrera, es decir en su futuro completo. Creo que la motivación dentro del salón de clases, es necesaria e indispensable para lograr un buen aprendizaje, ya que el hecho de captar la atención de un joven, significa que quiere aprender y que mejor manera de hacerlo si es motivado. El poder, pienso que también es un tema inquietante, puesto que hacer mal uso de el, pude generar discriminación, opresión o inclusive corrupción.

Hay que recordar, que cada alumno es diferente, que son personas que sienten, piensan, no son máquinas y entendiendo esto, no solo se logra un buen desarrollo estudiantil, si no que el mismo estudiante, puede lograr descubrir cualidades o aptitudes que impactarán mucho a lo largo de su vida. En el libro “La educación de Henry Adams” (1907) dice que el maestro deja una huella para la eternidad, y que es imposible saber, cuando es que su influencia se detiene. Pensar que, nosotros mismos nos vimos influidos por muchísimos maestros, tanto cosas buenas como malas. Los profesores, son personas que merecen respeto y que fungen un papel importante en nuestra sociedad, preparando al futuro para poder enfrentarse a el mismo ¿qué mejor manera de hacerlo logrando entablar una buena relación con cada estudiante?

Referencias bibliográficas